Diferencias entre ultrasonido mamario y mastografía
- 6 oct 2025
El cuidado de las glándulas mamarias es un tema fundamental dentro de la medicina preventiva. Existen diversas técnicas de imagen que forman parte de los estudios para detectar cáncer de mama, las cuales permiten evaluar el tejido y apoyar en la detección temprana de posibles alteraciones. Entre ellas, el ultrasonido mamario y la mastografía son las más utilizadas en la práctica clínica. Aunque ambos estudios comparten el objetivo de ofrecer una visión detallada de las mamas, se realizan de manera distinta y cada uno aporta información complementaria.
Mastografía
La mastografía es un estudio radiológico que emplea rayos X de baja dosis para obtener imágenes detalladas del tejido mamario. Estas imágenes permiten observar estructuras internas desde distintos ángulos y con un nivel de precisión que ayuda a identificar cambios pequeños que podrían pasar inadvertidos en otras técnicas.
¿En qué consiste la mastografía?
El procedimiento consiste en colocar cada mama sobre una plataforma y aplicar una compresión suave con placas transparentes. Esa presión puede resultar un poco incómoda durante unos segundos, pero cumple una función muy importante: ayuda a que la imagen sea más clara y precisa, y además permite usar una dosis menor de radiación. Gracias a estas imágenes, los profesionales pueden diferenciar cambios que son normales de aquellos que requieren mayor atención y, de ser necesario, actuar de manera oportuna.
Generalmente, la mastografía incluye dos proyecciones por mama (una de arriba hacia abajo y otra de un lado a otro), lo que permite una visión más completa. En mujeres con implantes, se utiliza la técnica radiológica conocida como técnica de Eklund, que consiste en realizar un mayor número de proyecciones (habitualmente ocho en total) para desplazar el implante y obtener imágenes claras del tejido mamario.
Por su nivel de detalle, la mastografía se considera uno de los principales estudios para detectar cáncer de mama en etapas iniciales.
Ultrasonido mamario
El ultrasonido de glandula mamaria es un estudio de imagen no invasivo que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para generar imágenes en tiempo real. Estas ondas no emplean radiación, lo que convierte al procedimiento en una alternativa segura en diferentes contextos clínicos.
¿Cómo funciona el ultrasonido mamario?
Durante el estudio, el especialista aplica un gel transparente sobre la piel del seno y utiliza un dispositivo llamado transductor, que se desliza suavemente sobre la superficie. Este aparato capta las ondas sonoras que rebotan en los tejidos y las transforma en imágenes visibles en un monitor. Gracias a esta tecnología, el ultrasonido permite observar la estructura interna de la mama y distinguir características como la presencia de quistes llenos de líquido o áreas sólidas que requieren mayor evaluación.
El procedimiento suele ser un estudio rápido y bien tolerado, ya que no requiere comprimir el tejido y se completa en pocos minutos. Puede ser de gran ayuda en situaciones donde la mastografía no ofrece resultados claros, cuando las mamas tienen un tejido muy denso o en personas menores de 40 años. En cualquier caso, su realización siempre depende de la valoración del personal médico, que es quien determina la opción más adecuada para cada situación. Se puede usar para casos en los que la mastografía no es concluyente, las mamas son muy fibrosas, o la paciente tiene menos de 40 años; aunque siempre con valoración de un profesional.
Diferencias entre un ultrasonido y una mastografía
Aunque ambos estudios se enfocan en la evaluación del tejido mamario, existen diferencias importantes en cuanto a la tecnología utilizada y el tipo de información que ofrecen:
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Tecnología empleada: el ultrasonido utiliza ondas sonoras, mientras que la mastografía se basa en rayos X de baja dosis.
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Imágenes generadas: el ultrasonido muestra imágenes en movimiento y en tiempo real, lo que ayuda a distinguir si una zona está llena de líquido o es sólida. La mastografía, en cambio, ofrece radiografías muy detalladas que permiten detectar cambios pequeños en el tejido, como diminutos depósitos de calcio.
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Procedimiento: en el ultrasonido se aplica un transductor sobre la piel sin necesidad de compresión; en la mastografía, el seno se coloca entre dos placas que lo comprimen durante unos segundos.
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Exposición a radiación: el ultrasonido no utiliza radiación; la mastografía sí, aunque en dosis muy bajas y consideradas seguras por las guías internacionales.
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Experiencia del paciente: ambos estudios suelen durar pocos minutos, aunque la mastografía puede implicar una molestia temporal por la compresión.
En resumen, cada procedimiento se realiza en un entorno clínico controlado y bajo la supervisión de personal especializado, con la finalidad de obtener imágenes que ayuden en la valoración integral en el cuidado de las glándulas mamarias. En algunos laboratorios, como es el caso de Chopo, los estudios son interpretados por mastólogos certificados, lo que añade un nivel de confianza en los resultados.
¿Se complementan o se usan por separado?
El ultrasonido y la mastografía son estudios que se complementan, ya que cada técnica aporta una perspectiva distinta. Ambos permiten observar aspectos internos de las glándulas mamarias que no son visibles a simple vista. Estas imágenes muestran la estructura del tejido, los cambios en su densidad y ciertas características anatómicas que resultan de gran utilidad para el personal médico durante la revisión.
Cada técnica ofrece una perspectiva diferente: mientras el ultrasonido utiliza ondas sonoras para mostrar imágenes en tiempo real, la mastografía emplea rayos X de baja dosis para obtener una visión más detallada del tejido interno. Cuando se usan de manera complementaria, permiten obtener información más completa. Además, los resultados se organizan con base en la clasificación internacional BI-RADS, un sistema que ayuda a los especialistas a describir de manera uniforme los hallazgos y a dar un seguimiento más claro y confiable. De esta forma, la evaluación de las glándulas mamarias se vuelve más precisa y comprensible tanto para los médicos como para las pacientes.
Aunque el estudio de tamizaje por excelencia es la mastografía, la decisión sobre qué estudio realizar no depende de una sola característica, sino de varios factores: la edad, la composición del tejido mamario, los antecedentes de salud y la evaluación del equipo médico. Lo importante es saber que ambos métodos se complementan y que, en conjunto, ofrecen una visión más completa.
Estudios que ayudan en la prevención y el control
El ultrasonido mamario y la mastografía son estudios distintos, pero ambos tienen un objetivo común: ayudar a cuidar de manera oportuna el tejido mamario. Saber que existen diferentes técnicas disponibles brinda tranquilidad, porque cada una ofrece información valiosa que el personal médico puede utilizar para hacer una revisión más completa.
Lo importante es entender que no se trata de decidir entre uno u otro por cuenta propia, sino de reconocer que existen técnicas diseñadas para responder a distintas necesidades. Su uso, en cada caso, se define a partir de criterios médicos, de la historia clínica y de las características individuales de cada persona. Contar con estas herramientas es un recurso que suma a la prevención y al seguimiento, ofreciendo mayor seguridad en cada etapa de la vida.
Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez
Ced. Prof. 13591084
Escuela Superior de Medicina, I.P.N.
Revisado/Modificado: octubre 2025
Referencias bibliográficas
- Slanetz, P. J., & Lee, C. I. (2024). Breast imaging for cancer screening: Mammography and ultrasonography. En R. F. Connor (Ed.), UpToDate. Wolters Kluwer. Consultado el 30 de septiembre de 2025, de https://www.uptodate.com/contents/breast-imaging-for-cancer-screening-mammography-and-ultrasonography
- Elmore, J. G. (2025). Patient education: Breast cancer screening (Beyond the Basics). En R. F. Connor (Ed.), UpToDate. Wolters Kluwer. Recuperado el 30 de septiembre de 2025, de https://www.uptodate.com/contents/breast-cancer-screening-beyond-the-basics
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- Instituto Nacional del Cáncer. (2025, 26 de marzo). Exámenes de detección del cáncer de seno (mama) (PDQ®)–Versión para pacientes. National Cancer Institute. Recuperado el 30 de septiembre de 2025, de https://www.cancer.gov/espanol/tipos/seno/paciente/deteccion-seno-pdq
Estudios relacionados
- Ver estudio
La mastografía o mamografía es un estudio de gabinete que utiliza rayos x. Permite detectar anomalías en las glándulas mamarias que no se detectan con la palpación mamaria como tumores o quistes. El procedimiento es a través de la exploración del tejido mamario mediante imágenes generadas por un equipo especializado. La mastografía se realiza mediante la compresión suave de la mama entre dos placas de rayos X, lo que permite obtener imágenes detalladas de la estructura interna de la glándula.
Esta prueba está recomendada para mujeres mayores de 40 años, así como aquellas con antecedentes familiares de cáncer de mama, ya que permite detectar a tiempo posibles tumores y mejorar las probabilidades de tratamiento exitoso. En caso de tener menos de 40 años, es importante que el médico tratante emita una orden médica. Sus principales ventajas son sus resultados de alta calidad en la detección temprana de anomalías y su eficiencia.
Es importante que la persona sepa que no debe utilizar desodorante, lociones ni talcos en la zona de las mamas el día de la prueba, y que debe informar al médico si está embarazada o si tiene implantes mamarios. Adicionalmente, se recomienda programar la prueba en la segunda semana posterior al periodo menstrual para evitar molestias.
En Chopo todas las mastografías son dictadas por médicos radiólogos especialistas en mama (mastólogos), y para tu comodidad las técnicas radiólogas que realizan el examen son mujeres.
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La mastografía unilateral es un estudio de imagen que se utiliza para examinar un solo seno, permitiendo detectar y evaluar posibles anomalías, como quistes, masas o signos tempranos de cáncer de mama. Este examen es fundamental para las mujeres que han experimentado cambios en un solo seno, como dolor, hinchazón o secreción, o que requieren un seguimiento en un seno específico después de una cirugía o tratamiento previo.
Este procedimiento utiliza una dosis baja de rayos X para crear imágenes detalladas del tejido mamario, lo que ayuda a los médicos a detectar cambios que podrían no ser visibles durante un examen físico. La mastografía unilateral es particularmente útil para comparar con estudios anteriores, permitiendo detectar cualquier cambio en el tejido mamario con mayor precisión.
El procedimiento es rápido y mínimamente invasivo. Durante la prueba, el seno a examinar se coloca en una plataforma especial y se comprime ligeramente para obtener imágenes claras de su interior. Este proceso puede causar una leve incomodidad, pero es breve y esencial para obtener resultados de calidad. La duración total del estudio es de unos 10 a 15 minutos, y los resultados son analizados por un médico radiólogo.
La mastografía unilateral es una herramienta indispensable para un diagnóstico correcto y para el seguimiento de mujeres con antecedentes de anomalías en uno de los senos, proporcionando información valiosa para un manejo adecuado de la salud mamaria.
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La mastografía con implantes es una prueba de imagen diseñada específicamente para mujeres con implantes mamarios, permitiendo evaluar la salud del tejido mamario y detectar posibles anomalías, como tumores o quistes, que puedan estar ocultos por los implantes. Esta prueba es esencial para la detección temprana de cáncer de mama y para garantizar que tanto el implante como el tejido mamario circundante se encuentren en buen estado.
A diferencia de una mastografía convencional, la mastografía con implantes requiere técnicas especiales para obtener imágenes claras y precisas. Durante el estudio, se utilizan proyecciones adicionales para desplazar el implante y visualizar mejor el tejido mamario. Esta técnica se conoce como la "proyección de Eklund", y permite que el radiólogo pueda examinar tanto el tejido anterior al implante como el posterior, asegurando una revisión completa.
El procedimiento es seguro, no invasivo y dura entre 15 y 30 minutos. Durante la prueba, los senos se comprimen ligeramente para obtener imágenes detalladas, lo que puede causar una leve incomodidad, pero es breve y necesario para asegurar la calidad de los resultados. Esta mastografía es una herramienta fundamental para las mujeres con implantes, ya que permite un control adecuado de la salud mamaria y ayuda a detectar cualquier problema de manera temprana.
La mastografía con implantes es clave para garantizar la salud de las mujeres que han optado por cirugía mamaria, brindando tranquilidad y un diagnóstico preciso.
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