Dolor de caballo: ¿qué es y por qué ocurre?
- 6 oct 2025
Estás motivado: saliste a correr después de varios días intentándolo. Todo marcha bien hasta que una molestia intensa en el abdomen te obliga a frenar y apenas puedes respirar. El famoso “dolor de caballo” arruinó tu entrenamiento. ¿Te ha pasado? A muchos sí, pero lo curioso es que, aunque es muy común, la mayoría no sabe realmente por qué ocurre. Suena a algo simple, pero incluso tiene un nombre médico: dolor abdominal transitorio relacionado con el ejercicio (ETAP, por sus siglas en inglés).
¿Qué es el dolor de caballo?
El dolor de caballo, también conocido como punto o flato, es una de las molestias más comunes durante la actividad física. Se caracteriza por una sensación punzante y repentina, que aparece generalmente en uno de los costados del abdomen, justo debajo de las costillas. Aunque el dolor abdominal transitorio relacionado con el ejercicio (ETAP, por sus siglas en inglés) es benigno, puede ser muy molesto y frecuente, especialmente en personas con menor nivel de condición física o que están retomando el ejercicio.
¿Dónde se localiza?
El dolor de caballo suele aparecer en un costado del abdomen, justo debajo de las costillas, pero también puede sentirse en otras zonas. De hecho, un estudio en personas activas físicamente reportó diversas localizaciones del dolor abdominal transitorio relacionado con el ejercicio (ETAP). La más frecuente fue el flanco derecho (la parte lateral del abdomen, del lado derecho) con un 55%, seguida del flanco izquierdo (37%) y la parte central del abdomen (mesogastrio) con un 20%.
En menor proporción, también se presentó en la zona superior derecha (hipocondrio derecho, 12%), zona media superior (epigastrio, 11%) y zona superior izquierda (hipocondrio izquierdo, 10%). Otras áreas menos comunes incluyeron la parte baja derecha del abdomen (fosa iliaca derecha, 11%), la parte baja izquierda (fosa iliaca izquierda, 9%) y el bajo vientre (hipogastrio, 5%).
Aunque se trata de una molestia muy común, la causa exacta del dolor de caballo aún no se comprende del todo. Sin embargo, diferentes teorías han intentado explicar por qué aparece este dolor abdominal repentino durante la actividad física.
¿Por qué ocurre el dolor de caballo?
El dolor de caballo es una molestia común tanto en deportistas como en personas que hacen ejercicio ocasionalmente. A pesar de su frecuencia, existen pocos estudios que expliquen con precisión su origen. No obstante, han surgido diversas teorías que intentan comprender por qué aparece. A continuación, exploramos las que se han estudiado.
Isquemia diafragmática
Esta teoría sugiere que el dolor de caballo ocurre por una falta temporal de oxígeno en el diafragma durante el ejercicio intenso. En un estudio con corredores, solo el 35 % presentó dolor en el primer tercio de una carrera, lo que indica que el esfuerzo respiratorio podría influir. No obstante, su papel como causa principal aún se debate.
Calambre muscular
El dolor de caballo podría deberse a calambres en los músculos abdominales. Al estar formados por tejido muscular, el esfuerzo físico intenso, la fatiga o la pérdida de electrolitos podrían provocar estas contracciones dolorosas en distintas zonas del abdomen.
Estado pospandrial
Comer o beber antes del ejercicio es una causa frecuente del ETAP. Durante el esfuerzo, el vaciado gástrico se ralentiza, lo que provoca distensión del estómago y tensión en los ligamentos viscerales. Esto puede generar molestias, especialmente si se consumieron alimentos pesados o bebidas con gas.
Tensión ligamentosa subdiafragmática
Esta teoría sugiere que el dolor de caballo está relacionado con el tipo de ejercicio que se realiza. Por ejemplo, correr duplica la probabilidad de presentar ETAP en comparación con otras actividades. Se cree que las vibraciones repetitivas durante el movimiento incrementan la tensión en los ligamentos que conectan el diafragma con la cavidad abdominal, ya que estos deben sostener el peso de los órganos internos, provocando molestias al estirarse más de lo habitual.
Irritación peritoneal
Otra posible causa del dolor de caballo es la irritación del peritoneo, una membrana delgada que recubre la cavidad abdominal y protege a los órganos internos. Este tejido está unido tanto a la superficie interna del abdomen como a los órganos, por lo que el roce constante durante la actividad física podría generar fricción, inflamación y dolor. Esta teoría explicaría por qué el ETAP suele aparecer con movimientos repetitivos o intensos.
Estas teorías no solo buscan explicar el origen del dolor de caballo, sino que también permiten identificar los factores que pueden aumentar su aparición. Comprenderlos es clave para saber cómo prevenirlo y qué hacer si se presenta durante el ejercicio.
¿Cuándo es más común que aparezca el dolor de caballo?
El dolor de caballo puede afectar tanto a atletas experimentados como a personas que apenas inician una rutina de ejercicio. Sin embargo, su aparición no es aleatoria. Se ha observado con mayor frecuencia en actividades de alto impacto o con movimientos repetitivos, como correr, nadar o montar a caballo. Además, existen ciertos factores que incrementan el riesgo de padecerlo, entre ellos:
- Realizar ejercicio después de comer (estado posprandial)
- Ingesta de bebidas muy azucaradas antes o durante el ejercicio
- Baja condición física o falta de calentamiento previo
- Técnica de respiración inadecuada durante el ejercicio
- Edad (es más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes)
- Postura corporal deficiente
Conocer estos factores puede ayudar a ajustar la rutina y reducir la probabilidad de que aparezca esta molestia abdominal tan común como incómoda.
¿Cómo se puede prevenir?
Aunque el dolor de caballo es una molestia común, especialmente en quienes están comenzando una rutina de ejercicio, hay formas sencillas de prevenirlo. La clave está en preparar al cuerpo antes de entrenar, cuidar la respiración durante el esfuerzo físico y evitar factores que aumentan su aparición, como comer justo antes de ejercitarse.
Consejos antes de entrenar
- Evita comer justo antes de ejercitarte. Lo ideal es esperar entre 1.5 y 3 horas después de una comida sólida antes de comenzar el entrenamiento.
- Prefiere comidas ligeras. Si vas a comer antes, opta por alimentos bajos en grasa y de fácil digestión.
- Hidrátate adecuadamente. Bebe agua en pequeñas cantidades y evita bebidas muy azucaradas antes de ejercitarte.
- Haz un calentamiento previo. Iniciar de forma gradual ayuda a preparar al cuerpo y reducir el riesgo de molestias musculares, como el ETAP.
- Fortalece tu zona abdominal. Un abdomen fuerte mejora la postura y reduce la tensión en ligamentos durante el ejercicio.
Durante el ejercicio: cómo respirar y moverte
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Respira de forma profunda y controlada. La respiración superficial y agitada puede favorecer la aparición del dolor de caballo.
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Evita movimientos bruscos al correr o nadar. Mantén una postura erguida, hombros relajados y un ritmo constante.
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Presta atención a la técnica. Correr o nadar con buena técnica disminuye el impacto sobre los ligamentos subdiafragmáticos.
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Modera la intensidad. Especialmente si estás retomando el ejercicio, sube el nivel progresivamente.
¿Qué hacer si ya apareció?
Si el dolor de caballo aparece en medio del ejercicio, lo mejor es disminuir la intensidad o hacer una pausa. Algunas recomendaciones para aliviarlo rápidamente son:
- Presiona suavemente la zona donde duele mientras exhalas profundamente. Esto puede ayudar a relajar el músculo afectado.
- Inclínate ligeramente hacia adelante y respira lento, lo que puede disminuir la tensión abdominal.
- Haz estiramientos laterales suaves. Ayudan a relajar la zona del diafragma y a aliviar la molestia.
- Retoma la actividad gradualmente. Una vez que el dolor desaparezca, evita volver a la intensidad anterior de forma brusca.
¿Vale la pena preocuparse por el dolor de caballo?
El dolor de caballo, aunque molesto, es una condición benigna y transitoria. Saber por qué ocurre y cómo prevenirlo puede marcar la diferencia entre una buena experiencia de entrenamiento y una sesión interrumpida por el malestar. Escuchar al cuerpo, alimentarse adecuadamente y mejorar la técnica son claves para reducir su aparición. Si bien aún se sigue investigando su causa exacta, está claro que con pequeños cambios es posible seguir disfrutando del ejercicio sin molestias.
Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez
Ced. Prof. 13591084
Escuela Superior de Medicina, I.P.N.
Elaborado: octubre 2025
Referencias bibliográficas
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Ayán Pérez, C. (2010). Dolor abdominal transitorio vinculado al ejercicio: causas y soluciones. Revista Andaluza de Medicina del Deporte, 3(3), 103–109. https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=323327663005
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Morton, D., & Callister, R. (2000). Características y etiología del dolor abdominal transitorio relacionado con el ejercicio. Medicina y Ciencia en Deportes y Ejercicio, 32(2). https://journals.lww.com/acsm-msse/fulltext/2000/02000/characteristics_and_etiology_of_exercise_related.26.aspx
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Morton, D., & Callister, R. (2015). Dolor abdominal transitorio relacionado con el ejercicio (ETAP). Medicina Deportiva, 45(1), 23–25. https://link.springer.com/article/10.1007/s40279-014-0245-z