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Neumonía ¿Qué es la neumonía bacteriana?

Es un hombre tosiendo con gorro gris y bufanda gris clara, y viste un sueter de color azul oscuro y el esta en un fondo de color rojo.

La neumonía es una aguda infección respiratoria que impacta los pulmones, los cuales están compuestos por sacos diminutos conocidos como alvéolos. En una persona sana, estos alvéolos se llenan de aire al respirar, pero en los afectados por neumonía, se llenan de pus y líquido, dificultando la respiración y reduciendo la captación de oxígeno, lo que resulta en dolor al respirar.

Epidemiología

Globalmente, la neumonía es la causa más significativa de muerte infantil. En 2019, esta enfermedad fue responsable de 740,180 muertes de niños menores de 5 años, representando el 14% de todas las defunciones en este grupo de edad y el 22% de las muertes en niños de entre 1 y 5 años.

En el año 2021, se registraron más de 127,000 casos recientes de neumonía y bronconeumonía en México, impactando principalmente a los extremos de la vida, es decir, a niños menores de 5 años y adultos mayores de 65 años, aunque puede manifestarse a cualquier edad. En el 2020, la cifra de defunciones a causa de neumonía e influenza fue de poco más de 57,000 personas. 

¿Qué lo causa? 

Esta enfermedad es causada por diferentes microorganismos, como bacterias, hongos y virus. En este artículo abordaremos exclusivamente la neumonía bacteriana. (OMS, 2022)

Clasificación

Para hablar de neumonía hay que establecer que estas se clasifican dependiendo del entorno en el que sucede la infección por lo que se describen las siguientes:

  • Neumonía adquirida en la comunidad (NAC): Es aquella en la que el paciente entra en contacto con el agente infeccioso en un entorno como la casa, la escuela, la oficina, el transporte público o cualquier otra área pública en la que desarrolla sus actividades. Aquí las bacterias representan la principal causa de infección en pacientes aparentemente sanos seguido de las infecciones virales
  • Las bacterias causantes de este tipo de infección, a su vez, se clasifican en típicas y atípicas:
  • Streptococcus pneumoniae (Neumococo): es la causa más común en niños.
  • Haemophilus influenzae de tipo b (Hib): esta bacteria, es la segunda causa.
  • Mycoplasma pneumoniae: provoca una forma más leve de la enfermedad conocida como "neumonía errante".
  • Legionella pneumophila: causa la enfermedad del legionario, una forma severa del padecimiento, se considera una bacteria atípica causante de
  • Neumonía adquirida en medio hospitalario: En este grupo se categorizan a aquellos pacientes no intubados que tras transcurrir 48 horas del inicio de su hospitalización comienzan sus signos y síntomas, indicando que la infección se adquirió dentro del nosocomio.
  • Neumonía relacionada a ventilador: Se engloba a los pacientes que presentan datos de neumonía 48 horas o más tras la colocación de ventilación mecánica. Este grupo y el anterior se explorarán en otra ocasión.

La neumonía puede impactar a cualquier persona, sin embargo, hay dos grupos etarios que tienen un riesgo más alto de desarrollarla:

  • Edad: los grupos vulnerables ante esta enfermedad son los niños menores de 2 años y los adultos mayores de 65 años.
  • Enfermedades crónicas: las personas con enfermedades como asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o afecciones cardíacas son más susceptibles.
  • Tabaquismo: fumar debilita las defensas del cuerpo contra las bacterias y los virus, aumentando el riesgo.
  • Sistema inmunológico debilitado: aquellos con sistemas inmunitarios comprometidos, como los pacientes con VIH/SIDA, quienes han recibido trasplantes de órganos, o aquellos en tratamientos de quimioterapia o con esteroides prolongados, enfrentan un mayor riesgo de contraer neumonía.

También existen factores ambientales que influyen como la contaminación del aire en espacios cerrados, resultado del uso de biomasa (como leña o estiércol) como combustible para cocinar o calentar viviendas, residir en hogares con sobrepoblación y el hábito de fumar tabaco por parte de los padres.

¿Cuándo consultar a un médico?

Es importante tomar en cuenta cualquier sintomatología respiratoria que afecte tu salud. Si experimentas dificultades para respirar, dolor de pecho, fiebre continua de 39 °C o más, o una tos persistente, especialmente si es con pus, es crucial que busques atención médica.

¿Cómo se detecta?

Inicialmente, el médico indagará sobre el historial médico del paciente y posteriormente procederá a un examen físico. Durante este examen, escuchará los pulmones usando un estetoscopio para identificar sonidos inusuales, los cuales podrían indicar neumonía.

En caso de que sospeche en que pueda ser neumonía, el médico puede sugerir los exámenes siguientes para la detección o el descarte de la enfermedad:

Tomografía axial computarizada de tórax (TAC): esta prueba usa una serie de rayos X tomados desde diferentes ángulos para crear imágenes detalladas del tórax, mostrando detalles precisos de los pulmones, incluyendo la presencia de infecciones o inflamaciones que no son fácilmente visibles en radiografías convencionales. Ayuda a identificar la extensión de la infección pulmonar y puede detectar complicaciones como abscesos.

Tele de Tórax o radiografía de tórax: generan imágenes detalladas que incluyen el corazón, los pulmones, los vasos sanguíneos, las vías respiratorias, así como los huesos del tórax y la columna vertebral. Estas radiografías también son capaces de mostrar si hay líquido en los pulmones o a su alrededor, o si hay aire en el espacio alrededor de los pulmones. Este estudio puede revelar áreas de densidad o consolidación en los pulmones, que son indicativos de neumonía. Sin embargo, no especifica si la neumonía es bacteriana o viral.

Cultivo de esputo: utiliza muestras de saliva o moco que se expulsan al toser para determinar el tipo de bacteria causante de la neumonía.

 Hemocultivo: con esta prueba podemos identificar cuál es el agente infeccioso específico que está causando la enfermedad y verificar si la infección ha ingresado en el torrente sanguíneo.

Antiestreptolisinas (ASO): esta prueba identifica los anticuerpos generados por el organismo para luchar contra la bacteria estreptococo del grupo A. Estos anticuerpos se dirigen contra una sustancia emitida por la bacteria conocida como estreptolisina O.

Diagnóstico de PCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa): esta técnica amplifica segmentos de ADN en sangre o de esputo (saliva) para identificar la presencia de patógenos específicos. La PCR es altamente específica y sensible. Puede identificar rápidamente el patógeno causante de la neumonía, incluso cuando las cantidades presentes son mínimas. Es útil para identificar patógenos difíciles de cultivar o cuando los antibióticos han sido iniciados antes de tomar muestras para cultivos.

Prevención general (Inmunización)

Según la Organización Mundial de la Salud la inmunización contra enfermedades como el Hib, neumococos, sarampión y tos ferina es el método más efectivo para prevenir la neumonía en niños y en adultos.

La estrategia para combatir la neumonía se enfoca en la prevención, la protección y el tratamiento adecuado tras la infección.

La administración de vacunas se presenta como una medida crucial para evitar fallecimientos por neumonía, siendo la inmunización contra Haemophilus influenzae tipo b (Hib), neumococos, influenza, sarampión, COVID-19 y tos ferina la forma más efectiva de prevenir esta enfermedad.

En el caso de los niños, la vacuna contra neumococo, bacteria más común en causar NAC, se administra una vacuna a los 2, 4 y 6 meses, con un refuerzo entre los 12 y 15 meses, mientras que para las personas mayores de 65 años se aplica una dosis cada 5 años.

Una nutrición adecuada fortalece las defensas del cuerpo humano.

En el caso de los infantes, la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses es de suma importancia. Esto no solo previene la neumonía, sino que también ayuda a acortar la duración de la enfermedad si el niño se contagia.

La incidencia de neumonía en niños también se puede reducir al mejorar factores ambientales, como minimizar la contaminación del aire en interiores (por ejemplo, proporcionando habitaciones limpias) y promoviendo una higiene adecuada en viviendas con sobrepoblación. 

Y en el caso de los adultos mayores además de la vacunación y una buena alimentación, es importante no consumir tabaco, ya que daña las defensas naturales que cuidan a los pulmones de infecciones respiratorias.

Concluyendo, la neumonía representa un desafío significativo en la salud pública, afectando desproporcionadamente a los más jóvenes y a los más ancianos. La identificación oportuna de la enfermedad a través de pruebas diagnósticas avanzadas y específicas, como la tomografía, radiografía de tórax, cultivos de esputo, hemocultivos, pruebas de antiestreptolisinas y PCR, es fundamental para un tratamiento eficaz. Prevé la enfermedad y cuida tu salud y la de tu familia.

Bibliografía

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https://www.nhlbi.nih.gov/es/salud/neumonia/causas

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https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/pneumonia

Kids Health. (2022). Tomografía computada: Tórax Pecho. (2022). Recuperado, de:

https://kidshealth.org/es/parents/cat-scan-chest.html

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https://myhealth.ucsd.edu/Spanish/RelatedItems/167,strep_aso_titer_blood_ES

Mayo Clinic. (2021). Neumonía. Recuperado, de:

https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/pneumonia/symptoms-causes/syc-20354204

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