¿Sabías que las conmociones cerebrales pueden tener un vínculo con la enfermedad de Parkinson?
- 3 oct 2024
Para muchas personas, ver deportes como el fútbol americano les brinda un sentido de pertenencia y emoción compartida. Sin embargo, para los atletas profesionales, el deporte no siempre es solo diversión y compromiso con su equipo. A menudo, enfrentan riesgos físicos significativos, desde lesiones en los tendones hasta conmociones cerebrales, que pueden tener graves consecuencias a largo plazo.
Las conmociones cerebrales, comunes en los deportes de contacto, no solo afectan de manera inmediata el rendimiento del jugador, sino que también están asociadas con el desarrollo de enfermedades neurológicas como la depresión o la enfermedad de Parkinson.
Un caso que ha captado la atención es el de Brett Favre, ex mariscal de campo de la NFL y ganador del SuperBowl en 1996, quien a sus 54 años fue diagnosticado recientemente con la enfermedad de Parkinson. Aunque su diagnóstico no ha sido vinculado directamente con su carrera deportiva, estudios actuales han encontrado una relación entre las conmociones cerebrales y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson.
¿Qué es la conmoción cerebral?
La conmoción cerebral, también conocida como lesión cerebral traumática leve, afecta a 42 millones de personas en todo el mundo cada año. Es más común entre deportistas, personal militar y personas mayores. En el ámbito deportivo, según el Consenso Internacional sobre Conmoción Cerebral de Ámsterdam (2022), este tipo de lesión se define como un trauma cerebral causado por un golpe directo en la cabeza, el cuello o el cuerpo, que genera una fuerza impulsiva sobre el cerebro, ocurriendo durante la práctica de deportes o actividades físicas.
Este tipo de traumatismo puede afectar temporalmente las funciones del cerebro, presentando síntomas como pérdida leve de conciencia, concentración y memoria, dolor de cabeza, confusión, y alteraciones en el equilibrio y la coordinación.
Por lo tanto, el diagnóstico y manejo de las conmociones cerebrales es complejo y, en muchas ocasiones, requiere la participación de equipos médicos multidisciplinarios. En la práctica, el diagnóstico debe ser rápido, generalmente en el campo de juego, lo que ha llevado a federaciones como la FIFA y la NFL a desarrollar protocolos específicos para actuar de manera eficiente en estos casos.
¿Cómo se relaciona con la enfermedad de Parkinson?
La enfermedad de Parkinson es considerada la enfermedad neurodegenerativa (trastorno en el que las células del sistema nervioso central dejan de funcionar o mueren) más común en la edad adulta y una de las principales causas de morbimortalidad en el mundo. Se caracteriza por una atrofia progresiva de neuronas productoras de dopamina en los ganglios basales y la pérdida de control motor.
Estudios recientes sugieren que los traumatismos cerebrales repetidos, podrían aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson, lo que subraya la importancia de seguir investigando y mejorando las estrategias de prevención en deportes de contacto.
¿Cómo se diagnostican las conmociones cerebrales relacionadas con el deporte?
El primer paso para diagnosticar una conmoción cerebral es realizar un examen médico, donde se evalúan los síntomas y signos de afectación neurológica. A continuación, se realiza una evaluación secundaria que incluye una exploración física y neurocognitiva, utilizando un sistema rápido y estandarizado conocido como SCAT (Sport Concussion Assessment Tool). Esta herramienta se emplea para diferenciar entre deportistas que han sufrido una conmoción y aquellos que no, y toma aproximadamente 10 minutos en completarse.
Además, en algunos casos, pueden realizarse estudios de imagen, como la tomografía computarizada o la resonancia magnética, que ayudan a descartar complicaciones más graves, como la hemorragia intracraneal.
Ahora que estás al tanto de las conmociones cerebrales que enfrentan los atletas, es importante recordar que no solo ellos están en riesgo; personas de todas las edades pueden sufrir este tipo de lesiones. Considerar estos riesgos y procurar un cuidado adecuado es clave para fomentar una vida plena y saludable, sin importar la actividad que realices.
Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez
Ced. Prof. 13591084
Escuela Superior de Medicina, I.P.N.
Elaborado: octubre 2024
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