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¿Sabías que la obesidad puede desgastar tus articulaciones más rápido de lo normal?

Manos sujetando una rodilla, simbolizando dolor o desgaste articular, común en personas con obesidad o problemas en las articulaciones.

La obesidad es una pandemia a la que rara vez se le otorga la importancia que merece. Con el tiempo, hemos desarrollado la idea errónea de que un mayor peso es sinónimo de mejor salud, cuando en realidad ocurre lo contrario.

El exceso de peso, especialmente cuando se debe a un aumento en la grasa corporal, tiene un impacto negativo en nuestra salud, aumentando el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas como la diabetes mellitus, la hipertensión arterial y diversas afecciones cardiovasculares, entre ellas la aterosclerosis (acumulación de grasa en las arterias).

Además de estas complicaciones, estudios recientes han encontrado una relación entre la aparición de la osteoartritis —una enfermedad progresiva e irreversible asociada al desgaste articular y la edad— y la obesidad. Aunque anteriormente se creía que esta afección estaba exclusivamente vinculada al exceso de peso, especialmente en articulaciones de carga como las rodillas y las caderas, hoy en día existen evidencias que confirman la participación de factores endócrinos. Un ejemplo de ello es la leptina, una hormona que regula el apetito y que también contribuye a la destrucción de las estructuras articulares.

¿Qué es la osteoartritis?

La osteoartritis es una enfermedad crónica y discapacitante causada por el desgaste del cartílago en las articulaciones, siendo la forma más común de artritis. A nivel mundial, entre 2017 y 2018, representó el 62 % de todas las afecciones articulares. Esta enfermedad puede afectar las manos, caderas, rodillas, pies y la columna vertebral. Su progresión es gradual y, en etapas avanzadas, puede limitar la realización de actividades cotidianas debido al dolor y a la disminución de la funcionalidad articular.

¿Cómo se relaciona la osteoartritis con la obesidad?

La obesidad es uno de los factores de riesgo más importantes para la aparición y progresión de la osteoartritis, especialmente en articulaciones que soportan peso, como las rodillas y las caderas, así como en las manos.

El peso corporal influye en la gravedad de esta enfermedad, ya que las personas con obesidad presentan una degeneración articular más severa en las rodillas y tienen una mayor probabilidad de requerir reemplazo articular en las rodillas o caderas.

Dado que los efectos de la obesidad son multifactoriales, la osteoartritis se ha asociado con el aumento de la carga sobre las articulaciones, la disminución de la fuerza muscular y la alteración de la biomecánica (movimiento normal). Además, al tratarse de un estado inflamatorio, la obesidad puede afectar directamente la membrana sinovial y el tejido óseo.

¿Qué papel juega la leptina y la inflamación crónica?

La osteoartritis es considerada una enfermedad inflamatoria de bajo grado, lo que significa que el cuerpo mantiene un estado constante de inflamación leve que, con el tiempo, daña las articulaciones. Un factor clave en este proceso es la leptina, una hormona producida por el tejido graso que regula el apetito y el metabolismo, pero que también tiene efectos sobre las articulaciones, en especial en las rodillas.

El cartílago articular, que recubre y protege las articulaciones, está compuesto principalmente por colágeno tipo II y proteoglicanos, estructuras que le otorgan resistencia y flexibilidad. A diferencia de otros tejidos, el cartílago tiene muy poca irrigación sanguínea, lo que dificulta su reparación cuando se daña. La acumulación de leptina en personas con obesidad puede afectar el equilibrio en la articulación, contribuyendo a la degradación del cartílago.

Además, el exceso de leptina estimula la producción de macrófagos, un tipo de célula encargada de eliminar microorganismos y reparar tejidos. Sin embargo, en este contexto, los macrófagos pueden aumentar la inflamación en las articulaciones, favoreciendo la formación de tejido óseo anormal (osificación endocondral) y el desarrollo de gonartrosis, una forma avanzada de osteoartritis en la rodilla.

Estudios han demostrado que los niveles de leptina suelen estar elevados en personas con obesidad, ya que su producción es proporcional a la cantidad de grasa corporal. Su acumulación contribuye a la inflamación crónica y acelera el desgaste del cartílago. Aunque aún se requieren más investigaciones para comprender completamente este mecanismo, es evidente que mantener un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada y actividad física regular, es clave para reducir el riesgo y la progresión de la osteoartritis. La pérdida de peso no solo disminuye la carga sobre las articulaciones, sino que también reduce los niveles de leptina y la inflamación, favoreciendo la salud articular a largo plazo.

 

Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez

          Ced. Prof. 13591084

          Escuela Superior de Medicina, I.P.N.

Elaborado: marzo 2025

Referencias bibliográficas

  1. Herrera, P. J. C., & Rojdas, M. A. P. (2022). Osteoartritis y obesidad: papel de la leptina en la articulación de la rodilla. Archivos venezolanos de farmaco, 41(4), 307–312. https://www.revistaavft.com/images/revistas/2022/avft_4_2022/14_osteoartritis_obesidad.pdf

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  4. Naranjo, J. C. S., Zapata, D. F. L., & Duque, O. A. P. (2014). Osteoartritis, obesidad y síndrome metabólico. Revista Colombiana de Reumatología, 21(3), 146–154. https://www.elsevier.es/es-revista-revista-colombiana-reumatologia-374-pdf-S012181231470163X

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