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Sarcoma de Kaposi

Es una imagen del cuello de una mujer con un lunar, siendo examinado por un doctor con una lupa y luz. El médico tiene unos guantes azules de látex.

El Sarcoma de Kaposi es un tipo de cáncer que se origina en las células que recubren los vasos sanguíneos y linfáticos, conocidas como células endoteliales. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de múltiples tumores en diferentes partes del cuerpo, y se descubrió por primera vez en 1872 por el dermatólogo Moritz Kaposi.


Este cáncer está estrechamente vinculado con la infección por el virus del herpes humano tipo 8 (HHV-8), que se considera un factor esencial para que se desarrolle. Aunque cualquier persona puede desarrollar esta enfermedad, es más común en personas con sistemas inmunitarios debilitados, como aquellas que viven con VIH/SIDA, donde la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y enfermedades es significativamente reducida.


Sin un tratamiento adecuado, la infección por VIH puede llevar al desarrollo de varios tipos de cánceres asociados con el SIDA, entre ellos el Linfoma No Hodgkin, el cáncer de cuello uterino, y el Sarcoma de Kaposi. De hecho, este último representa aproximadamente el 12% de los cánceres diagnosticados en personas que viven con VIH. 
La prevalencia del Sarcoma de Kaposi varía significativamente entre diferentes regiones geográficas, siendo más alta en África y América Latina, y menos común en Europa y Norteamérica. También se observa una mayor prevalencia entre los hombres que tienen sexo con hombres (HSH), particularmente en aquellos coinfectados con VIH, donde el riesgo de desarrollarlo es hasta 500 veces mayor. 


El Sarcoma de Kaposi se manifiesta clínicamente a través de lesiones cutáneas que pueden ser asintomáticas y de color violáceo, rosado o rojo. Estas lesiones pueden evolucionar a placas o nódulos de color azul violáceo o negro, que con frecuencia se asocian con edema en las extremidades inferiores. En casos graves, las lesiones pueden diseminarse a otros órganos, como la cavidad oral, los ganglios linfáticos, el tracto gastrointestinal o el sistema pulmonar, lo que puede llevar a complicaciones severas si no se trata.

El Sarcoma de Kaposi es una manifestación de cáncer que ocurre con mayor frecuencia en personas con VIH/SIDA, debido a la forma en que el virus debilita el sistema inmunológico, volviéndose una de las causas principales por las que se desarrolla. 


El virus de inmunodeficiencia humana se transmite principalmente a través de relaciones sexuales sin protección, el uso compartido de jeringuillas o utensilios intravenosos contaminados, y de madre a hijo durante el parto o a través de la lactancia materna. 


Dentro del cuerpo, ataca las células CD4+ (linfocitos T) y otros componentes del sistema inmune, lo que reduce progresivamente las defensas. A medida que el recuento de estas células disminuye, el cuerpo se vuelve cada vez más vulnerable a infecciones como la del virus del herpes humano tipo 8 (HHV-8) y al desarrollo de ciertos tipos de cáncer, como el Sarcoma de Kaposi, que se manifiesta como lesiones en la cavidad oral, específicamente en el paladar. 

Tipos de sarcoma

El Sarcoma de Kaposi se presenta en cuatro formas principales, cada una con características epidemiológicas y clínicas distintas. A continuación, se describen estos tipos:

  1. Sarcoma de Kaposi Clásico: este tipo se observa principalmente en personas mayores de ascendencia mediterránea, judía o del este de Europa. Es más común en hombres que en mujeres. Se manifiesta con lesiones cutáneas que suelen aparecer en las extremidades inferiores. Estas lesiones suelen crecer lento y pueden permanecer localizadas por años antes de diseminarse.

  2. Sarcoma de Kaposi Endémico: es común en ciertas regiones del África subsahariana, donde puede afectar a personas de todas las edades, incluidos niños. A diferencia del tipo clásico, este tipo puede ser más agresivo y afectar no solo la piel, sino también los ganglios linfáticos y órganos internos. Es una causa importante de morbilidad en estas regiones.

  3. Sarcoma de Kaposi Iatrogénico: este tipo se desarrolla en pacientes que han recibido tratamientos inmunosupresores, como aquellos sometidos a trasplantes de órganos. Las lesiones suelen aparecer en la piel, pero también pueden afectar los órganos internos. La reducción o interrupción del tratamiento inmunosupresor puede llevar a la regresión de las lesiones.

  4. Sarcoma de Kaposi Epidémico (asociado al VIH): este tipo está estrechamente asociado con la infección por VIH y es una de las neoplasias más comunes en personas con SIDA. Se caracteriza por la aparición de múltiples lesiones cutáneas que pueden ser asintomáticas o dolorosas. Las lesiones pueden diseminarse rápidamente y afectar la cavidad oral, los ganglios linfáticos y órganos internos como el tracto gastrointestinal y los pulmones. Este tipo de Sarcoma de Kaposi es altamente agresivo si no se trata.


Todos los tipos de Sarcoma de Kaposi están asociados con la infección por el virus del herpes humano tipo 8 (HHV-8), que se considera un factor primario y necesario para el desarrollo de la enfermedad. 

¿Cómo se detecta?

El diagnóstico del Sarcoma de Kaposi es un proceso crucial que implica la identificación de las lesiones características y la confirmación de la presencia del virus del herpes humano tipo 8 o su asociación a la infección de VIH. 


Debido a que el Sarcoma de Kaposi puede presentarse en diversas formas y afectar múltiples sistemas del cuerpo, se requiere una combinación de pruebas clínicas, serológicas y moleculares para establecer un diagnóstico correcto. A continuación, se describen algunas de las pruebas más importantes utilizadas en el diagnóstico del Sarcoma de Kaposi.


Anticuerpos anti virus del herpes humano 8 (HHV-8): esta prueba serológica mide la presencia de anticuerpos específicos (IgM e IgG) contra el virus del herpes humano tipo 8 (HHV-8) en la sangre del paciente. El HHV-8 es un virus estrechamente asociado con el Sarcoma de Kaposi, y su detección es fundamental para confirmar la relación entre la enfermedad y la infección viral.

  • Anticuerpos IgM: Indican una infección activa o reciente por HHV-8.

  • Anticuerpos IgG: Indican una infección pasada o crónica por HHV-8.


Cuantificación de HIV-1 por RT-QPCR: (Reacción en Cadena de la Polimerasa con Transcripción Inversa Cuantitativa en Tiempo Real): esta prueba técnica permite medir con mayor precisión la carga viral, es decir, la cantidad de copias de ARN del virus del VIH-1 presentes en la sangre de un paciente. A través de la técnica de QPCR en tiempo real, se mide la cantidad de producto amplificado en tiempo real, lo que permite determinar la carga viral exacta en la muestra.


Biopsia por escisión: este procedimiento es más extenso, utilizando un bisturí para extirpar una protuberancia completa o una zona irregular de la piel. La muestra incluye la piel afectada y un margen de piel sana, así como las capas más profundas. También se requiere sutura para cerrar la herida. Cuando se obtiene la muestra de piel, se procesa en el laboratorio para su análisis microscópico. El patólogo buscará características específicas en las células que puedan indicar la presencia del Sarcoma de Kaposi.


Histopatológico de tejidos blandos: análisis microscópico que se realiza en muestras de tejido extraídas de músculos, tendones, ligamentos, grasa y otros tejidos no óseos del cuerpo. Este procedimiento es esencial para diagnosticar diversas patologías, incluyendo tumores benignos y malignos, infecciones, inflamaciones y otras enfermedades de los tejidos blandos. Durante el examen, un patólogo estudia las características celulares y estructurales del tejido, lo que permite identificar cualquier anomalía y determinar la naturaleza precisa de la afección, guiando así el tratamiento adecuado.


Histopatológico de biopsia de piel: es una técnica diagnóstica crucial que se utiliza para analizar muestras de piel en busca de enfermedades o afecciones, incluyendo el Sarcoma de Kaposi. Este procedimiento implica la extracción de un pequeño fragmento de piel para su análisis bajo un microscopio en un laboratorio especializado. El examen histopatológico permite a los médicos observar las características celulares y tisulares de la muestra, lo que es esencial para confirmar el diagnóstico de diversas patologías cutáneas.


Histopatológico de biopsia oral: es un procedimiento diagnóstico esencial utilizado para analizar tejido de la cavidad oral en busca de anomalías. Este tipo de biopsia es especialmente importante cuando se detectan lesiones sospechosas en la boca que podrían indicar la presencia de cáncer u otras enfermedades graves. Al igual que con otros tipos de biopsias, el tejido extraído se examina bajo un microscopio para determinar la naturaleza de las células y tejidos presentes. 

El diagnóstico del Sarcoma de Kaposi requiere un enfoque integral que combine diversas pruebas diagnósticas, desde la serología hasta la histopatología. La detección de anticuerpos anti-HHV-8, la cuantificación de la carga viral del VIH-1 mediante RT-QPCR, y los análisis histopatológicos de biopsias de piel y cavidad oral son fundamentales para confirmar la presencia de este tipo de cáncer, especialmente en pacientes inmunocomprometidos como aquellos con VIH/SIDA. Estas pruebas no solo permiten identificar el Sarcoma de Kaposi, sino que también ofrecen información crucial sobre la progresión de la enfermedad y la eficacia del tratamiento. El enfoque multidisciplinario en el diagnóstico y manejo del Sarcoma de Kaposi es esencial para mejorar los resultados clínicos y la calidad de vida de los pacientes afectados.


Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez
          Ced. Prof. 13591084
          Escuela Superior de Medicina, I.P.N. 
Revisado/Modificado: agosto 2024

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