Close
Selecciona tu ubicación
Cargando...

Síndrome del Intestino Irritable

Es la fotografía de una mujer con sudadera amarilla claro que se esta tocando el estómago, en señal de malestar, el fondo es una pared rosa claro.

El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es un trastorno funcional del sistema digestivo que se caracteriza por dolor abdominal recurrente, acompañado de alteraciones en los hábitos intestinales, como diarrea, estreñimiento o ambos. Se considera una afección crónica que afecta la calidad de vida de los pacientes y su tratamiento se enfoca en el manejo sintomático mediante cambios en la dieta, el estilo de vida y, en algunos casos, el uso de fármacos. 

Causas del Síndrome del Intestino Irritable

La etiología del SII es compleja y multifactorial, involucrando una combinación de factores fisiológicos, psicológicos y ambientales. Aunque no se ha identificado una causa única, se han propuesto varios mecanismos que contribuyen a su desarrollo:

  • Alteraciones en la motilidad intestinal: pueden presentar contracciones intestinales anormales. En algunos casos, el tránsito intestinal es más rápido de lo normal, lo que provoca diarrea; en otros, el tránsito es lento, lo que causa estreñimiento. 

  • Alteraciones en el microbiota intestinal: estas personas pueden tener una composición diferente de bacterias intestinales en comparación con aquellas sin la enfermedad. 

  • Factores psicológicos y emocionales: el estrés, la ansiedad y la depresión están fuertemente relacionados con el desarrollo y la exacerbación del SII. 

  • Inflamación de bajo grado y sobrecrecimiento bacteriano: algunas investigaciones sugieren que la inflamación crónica de bajo grado en el intestino y el crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado pueden contribuir al desarrollo del SII. Estos factores pueden alterar la permeabilidad intestinal y provocar síntomas digestivos persistentes. 

  • Sensibilidad a ciertos alimentos: algunos pacientes con SII experimentan síntomas después de consumir ciertos alimentos, especialmente aquellos ricos en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables pueden causar distensión y dolor abdominal. 

  • Influencia hormonal: las fluctuaciones hormonales, especialmente en mujeres, pueden afectar la motilidad intestinal y la sensibilidad visceral. 

¿Por qué el síndrome del intestino irritable es más común en mujeres?

El Síndrome del Intestino Irritable (SII) es más común en mujeres debido a una combinación de factores hormonales, neurológicos, inmunológicos y psicosociales que afectan la función intestinal y la comunicación entre el intestino y el sistema nervioso central. A continuación, se explican los principales factores que contribuyen a esta diferencia:

  • Diferencias en el microbiota intestinal: el microbiota intestinal de las mujeres es diferente a la de los hombres. Los cambios hormonales también pueden alterar la composición del microbiota intestinal, afectando la digestión y la producción de gases. 

  • Relación con el estrés y la respuesta inmunológica: las hormonas sexuales también regulan el eje intestino-cerebro, afectando la respuesta al estrés y la inflamación:

    • Estrógenos y cortisol: las mujeres con SII pueden tener una mayor respuesta al estrés debido a la interacción entre los estrógenos y el cortisol, la hormona del estrés. Esto puede aumentar la actividad intestinal y agravar síntomas como la diarrea. 
    • Inflamación de bajo grado: se ha observado que los cambios hormonales pueden modular la respuesta inmune en el intestino, lo que podría contribuir a la inflamación crónica de bajo grado observada en algunos casos de SII. 
  • Respuesta inmunológica e inflamación de bajo grado: se ha sugerido que las mujeres tienen una respuesta inmunológica diferente a la de los hombres, lo que podría hacerlas más propensas a presentar inflamación de bajo grado en el intestino. 

¿Cómo afectan las hormonas femeninas al síndrome del intestino irritable?

Las hormonas femeninas desempeñan un papel fundamental en el desarrollo y la severidad del síndrome del intestino irritable (SII), influyendo en la motilidad intestinal, la sensibilidad visceral y el microbiota intestinal. A continuación, se detallan los principales mecanismos a través de los cuales los estrógenos y la progesterona afectan esta condición:

Efecto sobre la motilidad intestinal: las hormonas sexuales femeninas tienen un impacto directo en el tránsito intestinal. Durante el ciclo menstrual, los niveles fluctuantes de estrógenos y progesterona pueden alterar la velocidad de la digestión:

  • Fase folicular (antes de la ovulación): los niveles de estrógenos son más altos y pueden promover una motilidad intestinal más eficiente, reduciendo el estreñimiento.

  • Fase lútea (después de la ovulación): el aumento de la progesterona ralentiza el tránsito intestinal, lo que puede provocar estreñimiento y sensación de hinchazón en mujeres con SII. 

También hay cambios durante:

  • El embarazo: algunas mujeres experimentan mejoría en sus síntomas debido al aumento sostenido de estrógenos y progesterona, que pueden modular la motilidad intestinal.

  • Menopausia: muchas mujeres con SII reportan una disminución de los síntomas después de la menopausia, lo que sugiere que la estabilización hormonal puede ser un factor clave en el tratamiento del trastorno. 

Aumento de la sensibilidad visceral: las mujeres con SII experimentan una mayor hiperalgesia visceral, es decir, una respuesta exagerada al dolor digestivo. Los estrógenos parecen modular la percepción del dolor en el intestino. Niveles elevados de estrógenos pueden disminuir la percepción del dolor, mientras que los bajos niveles de estrógenos, como los que ocurren durante la menstruación, pueden aumentar la sensibilidad intestinal. 

Impacto en el microbiota intestinal: las hormonas sexuales influyen en la composición del microbiota intestinal, lo que puede afectar la inflamación y la producción de gases en el SII. Durante la pubertad y el embarazo, los cambios hormonales modifican el microbiota intestinal, lo que puede predisponer a alteraciones digestivas. Se ha observado que las mujeres con SII tienen un microbiota intestinal diferente a la de las mujeres sin la enfermedad, lo que sugiere que las hormonas pueden modular su composición. 

Las hormonas femeninas afectan el SII a través de múltiples mecanismos, incluyendo alteraciones en la motilidad intestinal, sensibilidad visceral, microbiota y respuesta al estrés. Esto explica por qué las mujeres tienen una mayor prevalencia de esta condición y por qué los síntomas pueden fluctuar a lo largo del ciclo menstrual o en diferentes etapas de la vida.

¿Cómo se diagnostica el síndrome del intestino irritable?

El síndrome del intestino irritable (SII) se diagnostica principalmente con base en la evaluación clínica del paciente, considerando la presencia de síntomas específicos y la exclusión de otras enfermedades. Los criterios más utilizados para su diagnóstico son los Criterios de Roma IV, los cuales establecen que una persona debe presentar dolor abdominal recurrente al menos un día por semana en los últimos tres meses, acompañado de al menos dos de los siguientes síntomas:

  1. Relación con la defecación: el dolor puede mejorar o empeorar después de evacuar.

  2. Cambio en la frecuencia de las deposiciones: se puede presentar diarrea, estreñimiento o una alternancia entre ambos.

  3. Cambio en la forma o consistencia de las heces: se observa en la escala de Bristol.

Estos síntomas deben haber comenzado al menos seis meses antes del diagnóstico para confirmar la presencia de SII.

Síntomas y signos del SII

El SII se caracteriza por una variedad de síntomas digestivos, los cuales pueden variar en intensidad y frecuencia en cada paciente, desde el dolor abdominal crónico y recurrente hasta la presencia de fatiga o ansiedad.

Además, el Síndrome de Intestino Irritable tiene una clasificación que depende de las alteraciones del tracto gastrointestinal:

  • SII con predominio de diarrea (SII-D): Deposiciones frecuentes y acuosas.

  • SII con predominio de estreñimiento (SII-C): Heces duras y dificultad para evacuar.

  • SII mixto (SII-M): Alternancia entre diarrea y estreñimiento.

SII no clasificado: Síntomas que no encajan en las categorías anteriores. Si bien el diagnóstico del SII es clínico, en algunos casos el médico puede solicitar pruebas adicionales para descartar enfermedades orgánicas con síntomas similares, tales como:

  • Química sanguínea de 45 elementos: para descartar enfermedad celíaca, anemia o inflamación.

  • Calprotectina en heces: para evaluar inflamación intestinal y descartar enfermedad inflamatoria intestinal.

  • Estudio de intolerancia a la lactosa y sobrecrecimiento bacteriano: en pacientes con síntomas digestivos exacerbados después del consumo de ciertos alimentos.

  • Colonoscopia: en pacientes con signos de alarma como sangrado rectal, pérdida de peso inexplicable o antecedentes familiares de cáncer colorrectal.

El diagnóstico temprano del Síndrome del Intestino Irritable es clave para un adecuado manejo de los síntomas y una mejor calidad de vida del paciente.

¿Cómo prevenir el SII?

No hay una forma definitiva de prevenir el SII, pero adoptar hábitos saludables puede reducir el riesgo y la severidad de los síntomas.

  • Alimentación equilibrada: seguir una dieta baja en FODMAPs (alimentos ricos en oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables), evitar alimentos ultraprocesados, lácteos, legumbres, grasas, cafeína, etc.

  • Gestión del estrés: practicar técnicas de relajación como meditación o respiración profunda.

  • Actividad física: realizar ejercicio regularmente mejora la motilidad intestinal y reduce el estrés.

  • Hidratación adecuada: beber suficiente agua favorece el tránsito intestinal.

  • Hábitos de sueño saludables: dormir bien regula el eje intestino-cerebro y mejora la digestión.

  • Evitar el consumo excesivo de antibióticos: esto mantiene el microbiota intestinal equilibrada.

  • Monitorear la tolerancia a los alimentos: identificar y evitar aquellos que desencadenan síntomas.

El síndrome del intestino irritable (SII) es un trastorno funcional del sistema digestivo que se diagnostica a través de la evaluación clínica, siguiendo los criterios de Roma IV, y descartando otras enfermedades con síntomas similares.

El diagnóstico del SII se basa en la identificación de síntomas recurrentes de dolor abdominal, cambios en la frecuencia y consistencia de las evacuaciones, junto con la ausencia de anomalías estructurales en estudios médicos. Las pruebas de laboratorio y los estudios de imágenes se utilizan solo para descartar otras condiciones como la enfermedad inflamatoria intestinal, la celiaquía o infecciones intestinales.

Dado que el SII es una condición crónica y multifactorial, su tratamiento debe ser personalizado, incluyendo modificaciones en la alimentación, control del estrés y, en algunos casos, el uso de fármacos. La comprensión del eje intestino-cerebro y el impacto de los factores emocionales en el SII han permitido enfoques terapéuticos más integrales, mejorando la calidad de vida de los pacientes.

 

Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez

          Ced. Prof. 13591084

          Escuela Superior de Medicina, I.P.N. 

Revisado/Modificado: marzo 2025

Referencias bibliográficas

  1. Malik, Z. (2024a, abril). Síndrome del intestino irritable. Manual MSD versión para público general. Recuperado de https://www.msdmanuals.com/es/hogar/trastornos-gastrointestinales/s%C3%ADndrome-del-intestino-irritable/s%C3%ADndrome-del-intestino-irritable

  2. Malik, Z. (2024b, abril ). Síndrome del intestino irritable. Manual MSD versión para profesionales. Recuperado de https://www.msdmanuals.com/es/professional/trastornos-gastrointestinales/s%C3%ADndrome-del-intestino-irritable/s%C3%ADndrome-del-intestino-irritable

  3. Theimer, S. (2021), septiembre. Investigadores analizan cómo las hormonas sexuales esteroideas cambian la microbiota intestinal y vaginal. Red informativa de Mayo Clinic. Recuperado de https://newsnetwork.mayoclinic.org/es/2021/09/02/investigadores-analizan-como-las-hormonas-sexuales-esteroideas-cambian-la-microbiota-intestinal-y-vaginal/

  4. Wald, A. (2025a, febrero). Pathophysiology of irritable bowel syndrome. UpToDate, Ed: Nicholas J. Talley. Recuperado de https://www.uptodate.com/contents/pathophysiology-of-irritable-bowel-syndrome

  5. Wald, A. (2025b, febrero). Clinical manifestations and diagnosis of irritable bowel syndrome in adults. UpToDate, Ed: Nicholas J. Talley. Recuperado de https://www.uptodate.com/contents/clinical-manifestations-and-diagnosis-of-irritable-bowel-syndrome-in-adults

  6. Wald, A. (2025c, febrero). Treatment of irritable bowel syndrome in adults. UpToDate, Ed. Nicholas J. Talley. Recuperado de https://www.uptodate.com/contents/treatment-of-irritable-bowel-syndrome-in-adults

  7. Pruthi, S. et al. (2025). Síndrome del intestino irritable: Síntomas y causas. Mayo Clinic. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/irritable-bowel-syndrome/symptoms-causes/syc-20360016

  8. Verdugo Y. & Márquez A. (2021, agosto). Síndrome del intestino irritable y su relación con la dieta. Revista de Nutrición Clínica y Metabolismo, 4(2), 306-3897. https://doi.org/10.35454/rncm.v4n4.306     

Compartir: