Viruela del mono | Mpox
- 6 sep 2024
La viruela del simio ahora conocida como Mpox (MPX) es una enfermedad viral de origen zoonótico, causada por un virus con ADN bicatenario con envoltura. Este virus pertenece al género Orthopoxvirus y a la familia Poxviridae. La enfermedad se identificó por primera vez en humanos en 1970, en la República Democrática del Congo, lugar considerado endémico hasta que se extendió a otros países. El virus MPX, responsable de la viruela del simio, puede infectar a humanos, primates no humanos, roedores y otros mamíferos.
Epidemiología de México y el mundo
La epidemiología de la viruela del mono (Mpox) ha mostrado una notable expansión fuera de sus áreas endémicas tradicionales en África, con brotes reportados en varias regiones. Desde mayo de 2022, se detectaron casos en países como el Reino Unido y posteriormente en América Latina, marcando la dispersión internacional de la enfermedad.
En México, la epidemiología de la "viruela del mono" ha mostrado una tendencia significativa desde su aparición en mayo de 2022, cuando comenzaron a reportarse casos en países donde no era endémica. Hasta marzo de 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS) registró 86,514 casos a nivel mundial, de los cuales más de la mitad ocurrieron en la región de las Américas. México ocupó el cuarto lugar en América con 3,928 casos confirmados.
En el Hospital General de México "Eduardo Liceaga", desde julio de 2022 hasta enero de 2023, se analizaron 60 casos probables de Mpox, de los cuales 54 resultaron positivos. La mayoría de los casos confirmados fueron en hombres que tienen sexo con hombres (74%), con una edad promedio de 35 años. Sin embargo, cualquier persona en contacto estrecho con un infectado o con fómites contaminados está en riesgo de contraer la enfermedad.
Un estudio comparativo entre Norteamérica y Sudamérica, realizado entre junio de 2022 y febrero de 2023, reveló que la viruela del mono se ha propagado de manera similar en ambas regiones. En Sudamérica se registraron aproximadamente 21,139 casos, mientras que en Norteamérica se contabilizaron 35,352 casos durante el mismo período.
Fases de la enfermedad
A continuación, redactaremos las fases de la viruela del mono:
| Fase | Descripción |
| Incubación | Desde la exposición del virus, hasta la aparición de los primeros síntomas es de 12 a 21 días. |
| Prodrómica | Es cuando aparecen síntomas iniciales como fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares, fatiga y linfadenopatía (hinchazón de los ganglios linfáticos). Estos síntomas duran entre 2 y 4 semanas. |
| Erupción | Esta fase ocurre de 1 a 4 días después del inicio de la fiebre, aparece un sarpullido que comienza en la cara, manos o pies y se extiende a otras partes del cuerpo, y también suele comenzar en la zona genital, boca o garganta. El sarpullido evoluciona desde manchas planas hasta ampollas llenas de pus, que luego forman costras y se caen en un período de 2 a 4 semanas. |
| Resolución | Ocurre cuando las costras se caen y la persona comienza a recuperarse, aunque puede quedar con cicatrices. Durante la duración de la enfermedad, desde el inicio de los síntomas hasta que se caen las costras, la persona puede contagiar el virus. |
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para contraer la viruela del mono (Mpox) se han identificado principalmente en el contexto del brote global de 2022, y están fuertemente asociados con ciertas prácticas sexuales y condiciones de exposición. Aquí se destacan los principales factores de riesgo:
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Actividad sexual de alto riesgo, como el sexo sin protección, múltiples parejas sexuales e intercambio de parejas.
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La exposición a materiales contaminados por una persona o un animal infectado.
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Higiene inadecuada, no lavarse las manos adecuadamente después de estar en contacto con una persona o animal infectado.
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Uso compartido de objetos contaminados, como ropa o ropa de cama.
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Contacto con secreciones respiratorias de personas infectadas.
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Las personas que trabajan en entornos donde pueden estar expuestas al virus, como laboratorios, tienen un mayor riesgo y pueden requerir vacunación preventiva.
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Personas con inmunodeficiencias, como aquellos con VIH/SIDA, leucemias, linfomas, o que reciben tratamientos inmunosupresores. Históricamente, los viajes a regiones donde la Mpox es endémica, como África central y occidental, han sido un factor de riesgo significativo.
Estos factores subrayan la importancia de las intervenciones de salud pública dirigidas a poblaciones en riesgo.
Diagnóstico y seguimiento
Es importante conocer el diagnóstico lo antes posible para evitar la propagación del virus y que el paciente obtenga el tratamiento y el monitoreo necesario. Para conocer el estado de salud del paciente, el médico, realizará una valoración del historial clínico, y es posible que requiera alguna de las siguientes pruebas de laboratorio para la detección de la viruela del mono:
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PCR en biopsia de piel: es una prueba que detecta la presencia de ADN viral del virus de Mpox en muestras de lesiones cutáneas o mucosas. Permite confirmar descartar la infección por Mpox. Esta técnica es altamente específica y sensible, permitiendo la identificación precisa del virus a través de la amplificación de su material genético.
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Pruebas serológicas: estas pruebas pueden detectar anticuerpos IgM e IgG contra el virus orthopoxvirus. La serología se utiliza para la clasificación retrospectiva de un caso probable, sobre todo cuando no se puede realizar la PCR. No se recomienda como prueba de primera línea.
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PCR en sangre: detecta ADN viral en muestras de sangre. Aunque la PCR en sangre puede no ser tan sensible, se utiliza para apoyar el diagnóstico en casos donde se sospecha viremia. Sin embargo, una PCR negativa en sangre no descarta la infección si el paciente cumple con los criterios clínicos y epidemiológicos.
Una vez detectado el virus, es sumamente importante el seguimiento de los pacientes infectados con Mpox, para evitar la propagación del virus y manejar adecuadamente las complicaciones. Se recomienda que los pacientes confirmados permanezcan en aislamiento hasta que todas las lesiones hayan reepitelizado (es decir, hasta que las costras hayan caído y se haya formado nueva piel). El tiempo total de recuperación puede variar entre 2 y 4 semanas o más.
Además, se realiza un seguimiento clínico para monitorizar el desarrollo de posibles complicaciones, como infecciones bacterianas secundarias, que pueden requerir hospitalización. Se recomienda una vigilancia continua y la aplicación de medidas de control adecuadas para limitar la transmisión de la enfermedad.
Prevención
Para prevenir la viruela símica, se deben seguir varias medidas clave, especialmente si se sospecha o confirma un caso en tu entorno. Aquí se describen las principales acciones de prevención:
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Limitación del contacto: evitar contacto piel con piel cuando sea posible.
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Aislamiento: si vives con una persona infectada, es importante que se aísle en una habitación separada y cubrir las lesiones cutáneas con ropa para reducir el riesgo de transmisión.
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Uso de mascarillas: tanto la persona infectada como quienes estén en contacto cercano con ella debe usar mascarillas médicas, especialmente si el paciente tiene lesiones en la boca o está tosiendo.
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Protección personal: usar guantes desechables si es necesario tocar las lesiones del paciente o manejar su ropa y ropa de cama. Además, utilizar una mascarilla al manipular estos objetos si la persona no puede hacerlo por sí misma.
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Higiene personal:
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Lavado de manos: lavarse las manos regularmente con agua y jabón o usar desinfectante de manos con al menos un 70% de alcohol, especialmente después de tocar a la persona infectada o sus pertenencias.
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Uso de mascarilla: usar una mascarilla bien ajustada en presencia de otras personas y cubrir las lesiones hasta que la erupción haya cicatrizado.
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Cuidado de las lesiones: mantener la piel seca y descubierta, excepto cuando esté en presencia de otras personas. No rascar ni reventar las ampollas para evitar la propagación de la erupción y prevenir infecciones secundarias.
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Limpieza y desinfección: lavar la ropa, toallas, sábanas y utensilios para comer de la persona infectada con agua caliente y detergente.
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Limpiar y desinfectar las superficies que puedan haber estado en contacto con la erupción o secreciones respiratorias de la persona. Además, elimine correctamente los residuos contaminados, como los apósitos, para evitar la propagación del virus.
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Evitar la actividad sexual: durante los periodos de mayor transmisión, evite tener relaciones sexuales con nuevas parejas para reducir el riesgo de contagio. El uso de preservativos durante las relaciones sexuales puede reducir el riesgo, pero no elimina la posibilidad de transmisión por contacto piel con piel.
Estas medidas son esenciales para reducir el riesgo de transmisión de la viruela símica en entornos domésticos o de atención médica.
La viruela símica, también conocida como Mpox, ha resurgido como una preocupación global significativa, requiriendo una comprensión clara y medidas de prevención efectivas. Aunque la mayoría de las personas afectadas se recuperan en unas pocas semanas, es crucial tomar medidas para reducir la propagación del virus, especialmente en entornos de alto riesgo.
El diagnóstico temprano, el seguimiento adecuado y la implementación de estrategias preventivas, como el aislamiento, el uso de equipo de protección personal y la higiene rigurosa, son esenciales para controlar la enfermedad. Al estar informados y adoptar prácticas seguras, podemos minimizar el impacto de Mpox y proteger tanto a los individuos como a la comunidad en general.
Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez
Ced. Prof. 13591084
Escuela Superior de Medicina, I.P.N.
Revisado/Modificado: septiembre 2024
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Estudios relacionados
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La biometría hemática es una prueba de laboratorio que mide diferentes tipos de células que componen la sangre, como los glóbulos rojos, las plaquetas (detienen hemorragias mediante la formación de coágulos) y los glóbulos blancos (combaten infecciones). Esta prueba permite evaluar la salud general del paciente y detectar posibles irregularidades.
También mide la cantidad de hemoglobina, proteína que da color a los glóbulos rojos, cuya principal función es transportar oxígeno y dióxido de carbono, este parámetro puede ayudar a tu médico a diagnosticar diversas enfermedades, incluyendo la anemia.
Por otro lado, las plaquetas son fragmentos de células muy grandes de la médula ósea, un nivel anormal en el organismo, lo cual conlleva a un mayor riesgo de sangrado excesivo.
Un valor anómalo de los glóbulos blancos en sangre, son un indicativo de infecciones parasitarias, víricas o bacterianas.
La biometría hemática se realiza extrayendo una muestra de sangre del paciente, generalmente de una vena del antebrazo. La muestra se coloca en un tubo de ensayo y se envía al laboratorio para su análisis. Una vez en el análisis, se utilizan diferentes técnicas para separar y analizar las células presentes en la sangre. Es importante tener en cuenta que los resultados pueden variar según la edad, el sexo y la condición física del paciente. Es indispensable seguir las indicaciones del médico y realizar la prueba en un laboratorio certificado para obtener resultados correctos y confiables.
Si tienes sospechas de que algo no va bien con tu salud, es importante que consultes a tu médico y que te realices el estudio indicado por él.
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La química sanguínea es un análisis de laboratorio que evalúa los niveles de distintas sustancias en la sangre. La química integral de 45 elementos es una herramienta importante para evaluar la salud general del cuerpo humano, ya que analiza la función de diferentes órganos como el hígado, riñones y páncreas, también permite evaluar el sistema cardiovascular y el sistema inmune.
Este estudio incluye la valoración de:
* Glucosa
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* Proteína C reactiva ultrasensible (marcador inflamatorio)
* Función hepática: Bilirrubinas (total, directa e indirecta), AST o TGO, ALT o TGP, relación AST/ALT, gama glutamil transpeptidasa (GGT), proteínas totales, albúmina, globulinas, relación A/G, fosfatasa alcalina total, LDH (lactato deshidrogenasa)
* Metabolismo de hierro: hierro, UIBC (capacidad libre de transporte de hierro), captación de hierro y porcentaje de saturación de hierro.
* Respuesta inmunológica: inmunoglobulinas G, A y M
Al realizar la química integral de 45 elementos, tu médico puede detectar afecciones de forma eficaz y oportuna como anemias, infecciones, trastornos de coagulación, entre otros. La prueba se realiza extrayendo una muestra de sangre del paciente y realizando un análisis en el laboratorio. Realizar esta prueba a tiempo, le permite a tu médico detectar posibles problemas de salud, lo que conlleva iniciar un tratamiento adecuado a tiempo.
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El Examen General de Orina, también llamado urianálisis, es una prueba que permite detectar diversos elementos en la orina, como células, bacterias, proteínas, glucosa, entre otros. La orina es un producto de desecho producida por los riñones después de la filtración de la sangre, esto permite regular los metabolitos presentes en el organismo.
Esta prueba detecta diversas características físicas, químicas y microscópicas de la orina. Incluyendo su apariencia, color, densidad, el pH y la presencia de células como los glóbulos rojos (eritrocitos), glóbulos blancos, células epiteliales y cilindros. Además, verifica la presencia de glucosa, proteínas o cristales. Esto permite valorar o diagnosticar:
> Infecciones del tracto urinario como la cistitis, infección de la vejiga o la uretritis, infección de la uretra.
> Enfermedades renales
> Diabetes
> Entre otros
La prueba se realiza mediante la recolección y análisis de una muestra de orina del paciente. Esta muestra se examina bajo el microscopio para identificar el tipo y cantidad de células presentes.
Las ventajas de realizar esta prueba de laboratorio incluyen la detección temprana de posibles problemas de salud, lo cual permite un diagnóstico oportuno y un tratamiento adecuado. Es importante que la persona que se somete a este examen esté bien hidratada, ya que la concentración de células en la orina puede variar con la hidratación. Además, es recomendable seguir las instrucciones del médico en relación a la recolección de la muestra y cualquier preparación previa que se requiera.
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