TOMOGRAFÍA A.C. DE TÓRAX PULMÓN

La tomografía axial computarizada (TAC) de tórax pulmón es un estudio de imagen que permite obtener imágenes detalladas de los pulmones y otras estructuras del tórax, como las vías respiratorias, el corazón y el mediastino. Este examen es fundamental para diagnosticar y evaluar enfermedades pulmonares y torácicas, como neumonías, tumores, fibrosis pulmonar, embolias pulmonares, y otras patologías relacionadas con el sistema respiratorio. A través de esta prueba, los médicos pueden identificar anomalías en las estructuras pulmonares que podrían no ser visibles en una radiografía convencional.

La TAC de tórax pulmón utiliza tecnología de rayos X avanzada para tomar múltiples imágenes desde diferentes ángulos, que luego son procesadas por una computadora para crear cortes transversales detallados del tórax. Estas imágenes permiten a los médicos examinar con precisión los pulmones, identificar masas o lesiones, evaluar el tamaño y la forma de los órganos, y detectar cualquier signo de inflamación, infecciones, o presencia de líquido. Además, los médicos también prestan especial atención al corazón, revisando su anatomía y función. En algunos casos, cuando en las órdenes médicas se indica una sospecha diagnóstica relacionada con el corazón, los radiólogos toman en cuenta esta información para evaluar minuciosamente esta estructura, lo que puede ser de gran relevancia para la detección de enfermedades cardiovasculares.

El procedimiento es rápido, no invasivo y generalmente indoloro. Durante el examen, el paciente se recuesta sobre una camilla que se desliza dentro del escáner de tomografía. A veces, se puede administrar un medio de contraste intravenoso para mejorar la visibilidad de ciertas áreas, como los vasos sanguíneos o para detectar tumores con mayor precisión. El estudio dura aproximadamente entre 10 y 30 minutos, dependiendo de si se utiliza o no el contraste.

Las ventajas de la TAC de tórax pulmón incluyen su capacidad para proporcionar imágenes detalladas y precisas de los pulmones y el corazón, permitiendo a los médicos realizar diagnósticos más certeros y planificar tratamientos adecuados. Además, es una herramienta valiosa para el seguimiento de pacientes con enfermedades pulmonares crónicas, cáncer o problemas cardiovasculares, permitiendo evaluar la respuesta al tratamiento y monitorear la progresión de la enfermedad.

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