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Mitos del tétanos

Es una ilustración de la bacteria clostridium tetani, en donde podemos ver que el fondo es morado y las bacterias son de color amarillo.

El tétanos es una enfermedad infecciosa aguda causada por la toxina de la bacteria Clostridium tetani. Esta bacteria es anaerobia y sus esporas pueden sobrevivir en el medio ambiente por largos periodos.

El tétanos no es una enfermedad contagiosa, es decir, no se transmite de persona a persona. La infección ocurre cuando las esporas de la bacteria Clostridium tetani, presentes en el ambiente, ingresan al cuerpo a través de una herida o lesión en la piel. Estas esporas pueden encontrarse en: 

  • Suelo contaminado

  • Heces de animales

  • Objetos oxidados o contaminados como clavos, alambres o herramientas

  • Materiales orgánicos contaminados, como astillas de madera o espinas

¿Cómo afecta al organismo?

El tétanos afecta principalmente al sistema nervioso central mediante la toxina producida por la bacteria Clostridium tetani, conocida como tetanospasmina. La bacteria Clostridium tetani se encuentra inactiva en forma de esporas en el ambiente. Cuando estas ingresan a una herida, especialmente si es profunda o tiene tejido muerto, encuentran un ambiente favorable para crecer, ya que son anaerobias (no necesitan oxígeno para desarrollarse).

La toxina accede al sistema nervioso a través de los nervios periféricos y se desplaza hacia el cerebro y la médula espinal. Durante este proceso, bloquea la liberación de neurotransmisores inhibidores como la glicina y el GABA, encargados de regular la actividad muscular. Como resultado, los nervios motores se vuelven hiperactivos, lo que provoca contracciones musculares intensas, espasmos dolorosos y rigidez generalizada.

La enfermedad progresa a través de fases clínicas bien definidas, cada una con manifestaciones específicas:

Periodo de incubación: tiene una duración generalmente entre 3 y 21 días tras la contaminación de la herida (promedio de 8-10 días). En esta etapa, no hay síntomas visibles, pero la bacteria está activa en el sitio de la herida, produciendo toxinas que comienzan a afectar los nervios periféricos.

Fase prodrómica: puede durar de horas a días. Comienza la aparición de rigidez muscular leve cerca de la herida, dificultad para abrir la boca, molestias inespecíficas como dolor muscular o fiebre baja. 

Fase de estado clínico (tétanos generalizado): se manifiestan los síntomas característicos de la enfermedad como:

  • Trismo: rigidez de los músculos de la mandíbula que impide abrir la boca.

  • Espasmos musculares: contracciones dolorosas desencadenadas por estímulos mínimos como ruido o luz.

  • Rigidez muscular generalizada: Afecta el cuello, abdomen y extremidades.

  • "Risa sardónica": contracción facial que produce una expresión rígida en forma de sonrisa.

  • Opistótonos: arqueo de la espalda por contracción de músculos extensores.

  • Complicaciones: dificultades respiratorias por afectación de músculos torácicos y deglutorios, hipertensión, arritmias y fiebre.

Fase de recuperación: tiene una duración de semanas a meses. Los síntomas desaparecen lentamente a medida que el cuerpo genera nuevas terminaciones nerviosas.

Sin embargo, en ausencia de tratamiento adecuado, esta fase puede no alcanzarse, resultando en complicaciones fatales.

El curso de la enfermedad puede variar en severidad dependiendo del tiempo entre la lesión y el tratamiento, así como de la cantidad de toxina producida. Sin una intervención médica adecuada, las complicaciones respiratorias y cardiovasculares pueden llevar a la muerte. 

Mitos del tétanos

Solo se puede contraer tétanos con un clavo oxidado

Falso. Aunque los clavos oxidados son un ejemplo común, el tétanos puede contraerse a través de cualquier objeto o material contaminado con las esporas de Clostridium tetani. 

Si la herida sangra, no hay riesgo de tétanos

Falso. Aunque las heridas que sangran abundantemente pueden expulsar algunos contaminantes, esto no elimina por completo el riesgo de infección por Clostridium tetani. Las esporas pueden permanecer en tejidos profundos o en áreas con mala oxigenación, creando un ambiente favorable para la bacteria.  

De hecho, existen factores importantes que favorecen la infección, como:

  • Heridas contaminadas: cortes, quemaduras, heridas punzantes o mordeduras de animales que no se limpian adecuadamente.

  • Materiales no esterilizados: en procedimientos médicos o culturales, como partos o circuncisiones en condiciones insalubres.

  • Cordón umbilical contaminado: en recién nacidos, el tétanos neonatal ocurre cuando el cordón umbilical se corta con instrumentos no esterilizados o se cubre con materiales contaminados. 

Una vez vacunado contra el tétanos, estás protegido de por vida

Falso. La inmunización contra el tétanos requiere dosis de refuerzo cada 10 años para mantener una protección adecuada. Además, incluso las personas vacunadas necesitan un refuerzo si sufren una herida de alto riesgo y su última dosis fue hace más de cinco años. 

Existen dos pruebas que ayudan al monitoreo de la vacunación, ya que son útiles para medir los niveles de anticuerpos contra el toxoide tetánico, pero no detectan el tétanos como enfermedad activa. Estas pruebas evalúan la inmunidad adquirida. Las cuales son:

El tétanos es una enfermedad grave que afecta al sistema nervioso y puede ser potencialmente mortal si no se previene o trata adecuadamente. A pesar de que no se transmite de persona a persona, su origen ambiental y la resistencia de las esporas de Clostridium tetani hacen que todos estemos expuestos al riesgo en ausencia de medidas preventivas. La vacunación es la herramienta más eficaz para protegerse, y su mantenimiento mediante refuerzos periódicos es crucial para garantizar la inmunidad a largo plazo. Además, el cuidado adecuado de las heridas y el acceso a servicios médicos son esenciales para minimizar la probabilidad de infección.

Comprender los mitos y realidades en torno al tétanos es fundamental para prevenir esta enfermedad. Informarse y actuar a tiempo no solo puede salvar vidas, sino también contribuir al control de una afección que, aunque poco frecuente en algunos lugares, sigue siendo una amenaza en muchas partes del mundo.

 

Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez

          Ced. Prof. 13591084

          Escuela Superior de Medicina, I.P.N. 

Revisado/Modificado: diciembre 2024

Referencias bibliográficas

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  4. Pritish, K. T. (2023). Vacunas contra el tétanos: ¿es riesgoso recibir refuerzos «adicionales»? Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/tetanus/expert-answers/tetanus-shots/faq-20058209 

  5. Pruthi, S. (2023a). Tétanos. Mayo Clinic. https://www.mayoclinic.org/es/diseases-conditions/tetanus/symptoms-causes/syc-20351625 

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