Matcha | Beneficios y propiedades

En el vasto mundo de las infusiones, el matcha destaca no solo por su vibrante color verde, sino por la riqueza de su historia y las propiedades que ofrece. Originario de China durante la dinastía Tang (618–907 d.C.), el método de moler hojas de té para obtener una bebida concentrada fue adoptado y perfeccionado en Japón. Allí, se integró profundamente en la cultura a través de la ceremonia del té, conocida como chanoyu, que valora tanto el sabor del matcha como la experiencia estética y contemplativa que lo rodea.​

Lo que distingue al matcha de otros tés verdes es su método de cultivo y procesamiento. Las plantas de Camellia sinensis destinadas a producir matcha son cubiertas con sombra durante las últimas semanas antes de la cosecha, lo cual aumenta significativamente los niveles de clorofila y aminoácidos, especialmente la L-teanina. Después de la cosecha, las hojas se cuecen al vapor, se secan y se muelen lentamente en molinos de piedra hasta obtener un polvo fino y de color verde vibrante. A diferencia del té verde tradicional, donde se infusionan las hojas y luego se desechan, el matcha se consume en su totalidad, lo que permite aprovechar todos sus compuestos bioactivos.​

Este meticuloso proceso de producción ha sido conservado por generaciones, lo que convierte al matcha en un producto no solo saludable, sino también profundamente cultural. Su consumo se ha expandido más allá de Asia, ganando popularidad en Occidente como un superalimento gracias a su alta concentración de antioxidantes, vitaminas y minerales.​

Uno de los principales atributos del té matcha es su alta concentración de antioxidantes, especialmente las catequinas, un tipo de polifenoles que han demostrado tener potentes efectos protectores frente al daño celular. La más destacada es la epigalocatequina galato (EGCG), que representa hasta el 60% de las catequinas totales del matcha. Esta molécula contribuye a neutralizar los radicales libres y a reducir el estrés oxidativo, lo cual podría ser útil en la prevención de enfermedades crónicas como el cáncer y enfermedades cardiovasculares. Además, la EGCG tiene efectos antiinflamatorios y moduladores del metabolismo lipídico, lo que refuerza su papel protector para la salud.​

El matcha también contiene cantidades significativas de L-teanina, un aminoácido que promueve un estado de relajación sin inducir somnolencia. Su acción, combinada con la cafeína presente de forma natural en la hoja, produce un efecto sinérgico que favorece el estado de alerta, mejora la atención y puede optimizar el rendimiento cognitivo. A diferencia del café, cuyo efecto estimulante puede generar picos de ansiedad, el matcha ofrece una estimulación más estable y prolongada, lo que lo convierte en una excelente opción para quienes buscan concentración sin nerviosismo.​

Desde el punto de vista metabólico, el consumo regular de matcha se ha relacionado con un mejor control del peso corporal. Estudios en modelos animales muestran que este té puede contribuir a la reducción del tejido adiposo, disminuir los niveles de colesterol y mejorar la sensibilidad a la insulina. Estos efectos se deben en gran parte a la acción de las catequinas sobre la oxidación de grasas y la termogénesis, lo que incrementa el gasto energético del organismo. Aunque aún se requiere más evidencia en humanos, estos resultados sugieren que el matcha podría tener un rol complementario en estrategias para el control de peso.​

En el ámbito cardiovascular, el matcha ha demostrado intervenir en múltiples mecanismos fisiológicos que reducen el riesgo de enfermedad coronaria. Su capacidad antioxidante protege a las células endoteliales del daño, mientras que su acción antiinflamatoria contribuye a disminuir la progresión de la aterosclerosis. Además, se ha observado que puede reducir la presión arterial y mejorar la función vascular. Estos efectos hacen del matcha una opción interesante como parte de un estilo de vida saludable enfocado en la prevención de enfermedades del corazón.​

Asimismo, la hoja de matcha en polvo contiene niveles significativos de fibra dietética, clorofila, vitaminas como la C y minerales esenciales. Esta composición completa refuerza su valor nutricional como superalimento. Incluso compuestos como el ácido clorogénico, ácido gálico y sinápico presentes en el matcha, aunque menos conocidos, han demostrado tener funciones antioxidantes y antiinflamatorias. El consumo del polvo entero permite que todos estos compuestos estén presentes en su máxima concentración, a diferencia de otras formas de té verde que solo aprovechan una fracción de los principios activos.​

Además, el matcha ha mostrado efectos positivos en la mejora del hígado graso, una condición cada vez más común. Algunos estudios sugieren que los antioxidantes presentes en el matcha pueden ayudar a combatirlo y mejorar su función. 

1. Preparación tradicional japonesa (Usucha)
   
   La forma más auténtica de disfrutar el té matcha es mediante la preparación tradicional japonesa, conocida como Usucha, que significa "té ligero". Este método resalta el sabor puro y la textura espumosa del matcha
   
   
   Pasos:
   
   
   1. Tamiza 1-2 gramos (aproximadamente 1 cucharadita) de polvo de matcha en un cuenco para evitar grumos.
   2. Calienta 60 ml de agua a una temperatura entre 70 y 80 °C.
   3. Vierte una pequeña cantidad de agua caliente sobre el polvo de matcha.
   4. Utiliza un batidor de bambú (chasen) para mezclar enérgicamente en movimientos en forma de "M" o "W" hasta obtener una espuma ligera en la superficie.
   5. Agrega el resto del agua caliente y continúa batiendo hasta lograr una mezcla homogénea y espumosa.​

   Este método es ideal para quienes buscan una experiencia auténtica y desean apreciar el sabor intenso y las propiedades del matcha en su forma más pura.​
   
   

2. Matcha latte (versión moderna y cremosa)
   
   Para aquellos que prefieren una bebida más suave y cremosa, el matcha latte es una excelente opción. Combina el sabor distintivo del matcha con la textura reconfortante de la leche.​
   
   
   Pasos:
   
   
   1. Tamiza 1 cucharadita de polvo de matcha en una taza para evitar grumos.
      
   2. Agrega una pequeña cantidad de agua caliente (aproximadamente 30 ml a 80 °C) y mezcla con un batidor de bambú o un espumador hasta obtener una pasta suave.
   3. Calienta 150 ml de leche (puede ser de vaca o vegetal) sin llevarla a ebullición.
   4. Vierte la leche caliente sobre la pasta de matcha y mezcla bien hasta obtener una bebida homogénea.
   5. Endulza al gusto con miel, azúcar o edulcorante natural si lo deseas.​

   El matcha latte es perfecto para quienes buscan una alternativa al café con un toque de dulzura y cremosidad.​
   
   

3. Matcha frío (versión refrescante)
   
   Durante los días calurosos, una versión fría del té matcha puede ser revitalizante y refrescante. Esta preparación conserva las propiedades del matcha mientras ofrece una bebida fría y energizante.​
   
   
   Pasos:
   
   
   1. Tamiza 1 cucharadita de polvo de matcha en un vaso o botella con tapa.
      
   2. Agrega 60 ml de agua fría y mezcla vigorosamente hasta disolver completamente el polvo.
   3. Añade hielo al gusto y completa con más agua fría o leche vegetal, según tu preferencia.
   4. Agita bien la mezcla hasta que esté homogénea y ligeramente espumosa.
   5. Endulza si lo deseas y disfruta de una bebida

Más allá de sus propiedades, el matcha también invita a una pausa consciente, a reconectar con rituales que promueven la calma en medio del ritmo acelerado de la vida actual. Ya sea preparado al estilo tradicional, en latte o en una versión refrescante, su consumo puede integrarse fácilmente en distintas rutinas, adaptándose a los gustos y necesidades de cada persona.

Para quienes deseen complementar sus hábitos saludables con un seguimiento clínico, existen estudios como el perfil hepático o la química sanguínea, útiles para evaluar los efectos de cambios en la alimentación sobre la función hepática, los lípidos y otros indicadores metabólicos.

Incorporar matcha a la vida diaria es, en muchos sentidos, una forma sencilla y placentera de apostar por la salud desde una perspectiva natural, preventiva y culturalmente enriquecedora.

Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez

          Ced. Prof. 13591084

          Escuela Superior de Medicina, I.P.N. 

Revisado/Modificado: mayo 2025

1. Kochman, J., Jakubczyk, K., Antoniewicz, J., Mruk, H., & Janda, K. (2021). Health benefits and chemical composition of matcha green tea: A review. Molecules, 26(1), 85. https://www.mdpi.com/1420-3049/26/1/85
2. Koláčková, T., Kolofiková, K., Sytařová, I., et al. (2020). Matcha tea: Analysis of nutritional composition, phenolics and antioxidant activity. Plant Foods for Human Nutrition, 75(1), 48–53. https://link.springer.com/article/10.1007/s11130-019-00777-z
3. Mediterranean Superfoods. (s.f.). Té matcha: propiedades y beneficios: ¿Mito o realidad? https://medsuperfoods.com/blogs/recetas/te-matcha-propiedades-y-beneficios-mito-o-realidad
4. Noguer Artigas, M., & Beltrán Margarit, M. I. (2025, enero 9). Té matcha: qué es, propiedades, beneficios y dos recetas deliciosas para tomarlo. El Mueble. https://www.elmueble.com/recetas/te-matcha-que-es-propiedades-beneficios-dos-recetas-deliciosas-para-tomarlo_47098
5. Sáenz Martínez, F. (2025, enero 23). Té matcha: propiedades, beneficios, contraindicaciones y cómo prepararlo. Infobae. https://www.infobae.com/espana/2025/01/23/te-matcha-propiedades-beneficios-contraindicaciones-y-como-prepararlo/
6. Té matcha: mecanismos moleculares y disminución de riesgo cardiovascular. Una revisión de la literatura. (2022). Salutem Scientia Spiritus, 8(2), 58–65. http://revistas.javerianacali.edu.co/index.php/salutemscientiaspiritus/article/view/681
7. Zhou, J., Yu, Y., Ding, L., Xu, P., & Wang, Y. (2021). Matcha green tea alleviates non-alcoholic fatty liver disease in high-fat diet-induced obese mice by regulating lipid metabolism and inflammatory responses. Nutrients, 13(6), 1950. https://www.mdpi.com/2072-6643/13/6/1950