RESONANCIA MAGNÉTICA DE CARA

La resonancia magnética de cara es un estudio de imagen avanzado que permite obtener imágenes detalladas de las estructuras de la región facial, incluyendo la cavidad nasal y oral, así como músculos, nervios, huesos, tejidos blandos, entre otros. Este examen es fundamental para diagnosticar diversas afecciones que pueden afectar la funcionalidad y la anatomía de la cara, como:

> Tumores
> Infecciones
> Inflamaciones
> Lesiones en nervios faciales
> Malformaciones congénitas

A diferencia de otros estudios de imagen, la resonancia magnética no utiliza radiación, sino un campo magnético y ondas de radio, por lo que es una opción segura y precisa. La resonancia magnética de cara suele utilizarse cuando hay síntomas como dolor persistente, inflamación, pérdida de sensibilidad o movimiento en el rostro, o cuando otros estudios han mostrado resultados anormales y se requiere una visión detallada de las estructuras para un diagnóstico preciso.

Durante el procedimiento, el paciente se recuesta en una camilla que se introduce en el equipo de resonancia, donde es necesario permanecer inmóvil para obtener imágenes nítidas. En algunos casos, se utiliza un medio de contraste, administrado por vía intravenosa, que permite resaltar ciertas áreas, como tejidos blandos o posibles masas, mejorando así la precisión del diagnóstico. Este contraste es seguro, por lo que no condiciona a reacciones adversas.

Este estudio dura entre 30 y 45 minutos, dependiendo de las características clínicas del paciente, y es completamente indoloro. La alta resolución de las imágenes obtenidas permite al especialista observar cortes detallados de la cara en distintas direcciones y planos, lo que facilita una evaluación minuciosa y certera. La resonancia magnética de cara es una excelente herramienta para quienes necesitan una exploración profunda y detallada de esta región, ayudando a identificar de manera precisa diversas condiciones.

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