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¿Sabías que la grasa puede acumularse en tu hígado sin que lo sepas?

La enfermedad por hígado graso no alcohólico (EHGNA), afecta a un tercio de la población mundial. México se encuentra entre los países con una alta prevalencia de esta condición, con más del 50% de su población en riesgo debido a diversos factores asociados. La EHGNA se caracteriza por la acumulación de grasa (esteatosis) en las células hepáticas (hepatocitos). 

Esta condición puede ser silenciosa y desarrollarse sin presentar síntomas evidentes; sin embargo, a largo plazo, puede tener un impacto significativo en la salud. Recientemente, el caso del conductor Daniel Bisogno puso este tema en el ojo público, mostrando como la acumulación de grasa en el hígado puede desencadenar graves complicaciones de salud si no se detecta y trata a tiempo, incluyendo la necesidad de un trasplante hepático. 

¿Cuáles son los factores de riesgo para desarrollar hígado graso?

La prevalencia de la enfermedad es variable, ya que depende de la etnia y los métodos diagnósticos utilizados. Sin embargo, se sabe que es más frecuente en el sexo masculino y en personas mayores de 50 años. 

Existen ciertas enfermedades y condiciones que aumentan el riesgo de desarrollar hígado graso, tales como: 

  • Colesterol y/o triglicéridos altos (dislipidemias)

  • Resistencia a la insulina 

  • Obesidad 

  • Síndrome metabólico, conjunto de problemas como hipertensión, diabetes y exceso de grasa abdominal

  • Síndrome de ovario poliquístico 

  • Diabetes mellitus tipo 2 

  • Hipotiroidismo (bajo funcionamiento de la tiroides)

  • Deficiencia de la hormona de crecimiento 

  • Hipopituitarismo (bajo funcionamiento de la glándula pituitaria)

Además, otros factores pueden contribuir al desarrollo de esta enfermedad, como: 

  • Antecedentes familiares de hígado graso

  • Factores genéticos, como la presencia de una variante llamada PNPLA1 

  • Consumo de alcohol en exceso, más de 20 gramos/día en hombres y más de 10 gramos/día en mujeres 

  • Dieta alta en calorías, especialmente con exceso de grasas

  • Estilo de vida sedentario, es decir poca o ninguna actividad física

¿Cómo prevenir el desarrollo de hígado graso?

El hígado graso puede parecer inofensivo, ya que la mayoría de las personas con esta condición no llegan a experimentar daños severos. Sin embargo, en algunos casos puede provocar inflamación crónica y daño en las células del hígado, lo que se conoce como esteatohepatitis no alcohólica (NASH). Si esta enfermedad avanza, puede causar cicatrices permanentes en el hígado (fibrosis hepática), que eventualmente podrían llevar a cirrosis, insuficiencia hepática o incluso cáncer de hígado.

Lo fascinante del hígado es su capacidad de regenerarse. Este órgano tiene la sorprendente habilidad de repararse a sí mismo, incluso cuando ha sufrido daños significativos. Los hepatocitos, que representan el 80% de las células del hígado, pueden renovarse de manera natural durante el mantenimiento normal del órgano o cuando ocurre algún daño. De hecho, el hígado puede regenerarse completamente incluso si solo queda el 25% de su tejido funcional.

Este proceso es posible gracias a la acción de una enzima llamada telomerasa, que ayuda a mantener la estructura de los cromosomas en las células. Cuando los niveles de telomerasa son adecuados, se facilita la regeneración del tejido hepático, lo que refuerza la importancia de detectar y tratar el hígado graso en sus primeras etapas.

Prevenir el hígado graso implica adoptar hábitos saludables como:

  • Mantener una dieta balanceada, rica en frutas, verduras y alimentos bajos en grasas saturadas. 

  • Realizar ejercicio regularmente para controlar el peso y prevenir la obesidad, 

  • Evitar el consumo excesivo de alcohol 

  • Realizar chequeos médicos periódicos para detectar factores de riesgo como colesterol alto, diabetes o resistencia a la insulina.

En esta temporada de fiestas, recuerda que los hábitos saludables pueden empezar en cualquier momento, no necesitas esperar una fecha especial. Aunque puede ser un desafío, lo importante es dar el primer paso con pequeños cambios, como incluir más verduras en tus comidas. Con constancia y determinación, esos pequeños esfuerzos se transformarán en grandes beneficios para tu salud. ¡Tu bienestar siempre merece la pena!

 

Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez

          Ced. Prof. 13591084

          Escuela Superior de Medicina, I.P.N. 

Elaborado: diciembre 2024

Si quieres leer sobre los métodos diagnósticos del hígado graso, visita nuestro blog: Hígado graso | ¿Qué es?

Referencias bibliográficas

  1. Bernal Reyes et al. (2019). Consenso mexicano de la enfermedad por hígado graso no alcohólico. Revista de gastroenterología de México, 84(1), 60?99. https://doi.org/10.1016/j.rgmx.2018.11.007

  2. NIH. (2021, noviembre). Luchar contra el hígado graso. Resources of Health | National Institute of Health. https://salud.nih.gov/recursos-de-salud/nih-noticias-de-salud/luchar-contra-el-higado-graso 

  3. Ortiz, J. E. P., Luque, C. B. S., & Quiroz, R. O. (2022). Hígado graso (parte 1): aspectos generales, epidemiología, fisiopatología e historia natural. Revista Colombiana de Ga, 37(4), 420?433. https://doi.org/.https://doi.org/10.22516/25007440.952

  4. Ortiz, J. E. P., Luque, C. B. S., & Quiroz, R. O. (2023). Hígado graso (parte 2): enfoque clínico y tratamiento. Revista Colombiana de gastroenterología, 38(1), 46?58. https://doi.org/10.22516/25007440.979

  5. Toloso, A. (2018, mayo). La regeneración del hígado está mediada por un conjunto de células madre que expresan telomerasa a niveles elevados. Genética Médica News | Genotipia. https://genotipia.com/genetica_medica_news/regeneracion-del-higado/

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