ULTRASONIDO DE ARTICULACIONES

El ultrasonido de articulaciones es un estudio de diagnóstico por imagen que utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para evaluar las estructuras internas de las articulaciones, uniones entre dos o más huesos que permiten el movimiento del cuerpo. Es un procedimiento no invasivo, indoloro y seguro, ya que no emplea radiación, lo que lo hace ideal para pacientes de todas las edades, incluyendo niños y mujeres embarazadas.

Durante el estudio, un transductor (dispositivo que emite y recibe ondas sonoras) se desliza sobre la piel de la articulación afectada, después de aplicar un gel conductor que mejora la transmisión de las ondas. Este ultrasonido permite visualizar en detalle los tendones (estructuras que conectan los músculos con los huesos), ligamentos (bandas de tejido conectivo que estabilizan las articulaciones), cartílago articular (tejido que recubre los extremos óseos para facilitar el movimiento), líquido sinovial (líquido dentro de la articulación que lubrica y protege las superficies articulares) y los músculos periarticulares (músculos que rodean la articulación).

El ultrasonido de articulaciones se utiliza para:

> Detectar artritis: inflamación de las articulaciones que puede ser de origen autoinmune, infeccioso o degenerativo.
> Bursitis: inflamación de las bursas, pequeñas bolsas de líquido que amortiguan las articulaciones.
> Tendinitis: inflamación de los tendones debido a sobre uso o lesiones.
> Derrames articulares: acumulación excesiva de líquido dentro de la articulación.
> Roturas de ligamentos o tendones: lesiones que afectan la estabilidad y movilidad de la articulación.
> Presencia de quistes sinoviales: sacos llenos de líquido que pueden comprimir estructuras cercanas y causar dolor.

Este estudio es de gran utilidad en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades articulares, permitiendo evaluar la evolución de la inflamación, la respuesta al tratamiento y la planificación de procedimientos terapéuticos.

Es una herramienta fundamental para el abordaje de patologías musculoesqueléticas y se complementa con otros estudios como radiografías o resonancia magnética en casos más complejos.

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