PENESCOPÍA

La penescopía es un procedimiento médico especializado que utiliza un colposcopio, un instrumento óptico con aumento, para examinar detalladamente la superficie del pene y evaluar posibles lesiones, cambios en la piel o alteraciones microscópicas que no son visibles a simple vista.

Este estudio es particularmente útil en el diagnóstico y seguimiento de infecciones de transmisión sexual (ITS), como el virus del papiloma humano (VPH), y otras condiciones dermatológicas que afectan el área genital masculina. La penescopía es empleada principalmente en las siguientes situaciones clínicas:

> Diagnóstico y monitoreo de lesiones causadas por VPH: permite identificar verrugas genitales y lesiones subclínicas asociadas al virus.
> Evaluación de cambios cutáneos sospechosos: ayuda a detectar alteraciones precancerosas o cancerosas en el pene.
> Identificación de infecciones dermatológicas: como balanitis o dermatitis crónica de origen infeccioso.

El procedimiento es seguro, no invasivo, se recomienda evitar el uso de cremas, lociones o medicamentos tópicos en el área genital al menos 24 horas antes del estudio. El médico observa a simple vista la superficie del pene para identificar cualquier irregularidad. El dispositivo amplía la imagen, permitiendo observar detalles microscópicos. En algunos casos, se aplica una solución de ácido acético para resaltar posibles lesiones. Si se identifican lesiones sospechosas, el médico puede tomar una biopsia o una muestra para análisis de laboratorio, aunque esta parte es opcional para el paciente.

Identifica alteraciones microscópicas que podrían evolucionar si no se tratan, también, proporciona información detallada para un tratamiento adecuado, especialmente en pacientes con infecciones crónicas o recurrentes.

La penescopía es una herramienta fundamental para la salud masculina, permitiendo la detección y tratamiento oportuno de condiciones que afectan el área genital.

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