Tipos de diabetes

8 dic 2023

Es un glucómetro, es decir un aparato que mide la glucosa entre dos platos con fresas y cereales, al rededor hay unas pesas amarillas y una cinta métricaque las rodea, todo esta sobre una mesa de color azul.

La diabetes mellitus es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por niveles elevados de glucosa en sangre debido a la deficiencia en la producción o acción de la insulina. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la diabetes fue la causa directa de 1,5 millones de defunciones en el mundo, en donde el 48% de los afectados tenía menos de 70 años. Cabe señalar que 460.000 personas fallecieron por nefropatía diabética y la hiperglucemia provoca el 20% de las defunciones por causa cardiovascular.

En México, las defunciones asociadas a diabetes en población económicamente activa corresponden el 51% a hombres y 49% en mujeres, invirtiéndose esto en la población de adultos mayores. Según el INEGI, en la segunda década del año 2000 el 13% de defunciones en México fue por diabetes o sus complicaciones.

Metabolismo de los alimentos

El cuerpo descompone la mayor parte de los alimentos que consumimos en azúcar (glucosa) y la libera al torrente sanguíneo para poder brindar energía al resto del organismo. El páncreas es el encargado de producir insulina, una hormona que permite que la glucosa en la sangre entre a las células para usarla en la producción de energía.

Un paciente con diabetes no produce la cantidad suficiente de insulina o su organismo no es capaz de emplearla correctamente. Cuando la cantidad de insulina es insuficiente o las células dejan de reaccionar ante ella, los niveles de glucosa en sangre se incrementan (generando hiperglucemia), provocando un proceso de daño en órganos blanco, como son los vasos sanguíneos (endotelio vascular), riñones, ojos, corazón y cerebro, lo que con el tiempo puede ocasionar serias complicaciones de salud, como enfermedades cardíacas, deterioro de la vista (retinopatía diabética), afección de los nervios periféricos (neuropatía diabética) y problemas renales.

Consulta los Factores de riesgo para el desarrollo de la diabetes.

Tipos de diabetes

Existen diferentes tipos de diabetes, cada uno con características y causas específicas. A continuación, desarrollaremos los siguientes:

Diabetes tipo 1
Diabetes tipo 2
Diabetes gestacional

Diabetes tipo 1

La diabetes tipo 1 (antes conocida como insulinodependiente o diabetes juvenil), es una enfermedad crónica autoinmune, es decir, el sistema inmunológico ataca y destruye erróneamente las células del páncreas (células beta), las cuales son responsables de producir la insulina. Se considera que ciertos virus y factores ambientales pueden desencadenar esta respuesta en individuos genéticamente susceptibles. Del 100% de la población con diabetes del 5 al 10% tienen este tipo.

Las causas exactas de la diabetes tipo 1 (DM-1) aún no se comprenden completamente, pero se cree que involucran una combinación de factores genéticos y ambientales. Se considera que la predisposición genética puede ser un factor predominante, por lo que si el paciente cuenta con antecedentes familiares presenta un mayor riesgo de desarrollarla; sin embargo, hay pacientes que pueden tener los genes y no desencadenar la enfermedad en ningún momento de su vida, se ha demostrado que las infecciones por virus suelen ser un catalizador para el desarrollo de la enfermedad en pacientes con carga genética.

Este tipo de diabetes suele diagnosticarse en niños, adolescentes y adultos jóvenes. El diagnóstico se basa en la presencia de síntomas, prueba de glucosa en sangre (tu médico indicará las pruebas específicas que requieres para el diagnóstico) y pruebas específicas para detectar la presencia de autoanticuerpos que indican una respuesta autoinmune.

Algunas complicaciones más frecuentes en la DM-1 son:

Hipoglucemia: disminución anormal del nivel de azúcar en la sangre. Esto puede ocurrir rápidamente y debe ser tratado de manera urgente. En la mayoría de los casos, es causado por tener altos niveles de insulina en el cuerpo, generalmente a consecuencia de una administración mal calculada o por la administración de insulina durante períodos de ayuno prolongado, no comer lo suficiente o hacer más actividad física de lo habitual. Esto puede provocar lesión de diversos órganos, especialmente del cerebro, ya que su metabolismo depende directamente de los niveles de glucosa en sangre.

Cetoacidosis diabética (DKA, por sus siglas en inglés): ocurre cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o existe un alto índice de resistencia a la misma para permitir que la glucosa en la sangre ingrese a las células. Es una complicación grave de la diabetes que puede ser mortal. Cuando los niveles de insulina son bajos o existe un alto índice de resistencia, el hígado descompone la grasa para obtener energía (lipólisis y cetólisis), un proceso que produce ácidos llamados cetonas. Cuando las cetonas se producen en exceso y rápidamente, pueden acumularse hasta lograr niveles altos en el cuerpo, produciendo cambios en el pH de la sangre lo que se conoce como cetoacidosis. Es crucial hablar con el médico para comprender cómo prevenir esta condición y cómo actuar si es necesario tratarla, ya que puede ser potencialmente mortal.

Diabetes tipo 2

La diabetes tipo 2 es una condición que se origina debido a una disfunción en el metabolismo de la glucosa, la cual el cuerpo utiliza como fuente de energía. Esta afección provoca un aumento persistente en los niveles de glucosa en sangre, lo que con el tiempo puede dar lugar a trastornos en los sistemas circulatorio, nervioso, inmunológico, entre otros.

Aunque anteriormente se denominaba diabetes de inicio en la edad adulta, tanto la diabetes tipo 1 como el tipo 2 pueden manifestarse en niños y adultos. La DM-2 es más común en personas mayores, aunque el aumento de la obesidad en niños ha llevado a un incremento en el diagnóstico de esta enfermedad desde edades menores.

La diabetes tipo 2 es causada usualmente por dos razones:

Las células en los músculos, la grasa y el hígado crean resistencia a la insulina y como consecuencia, pierden la capacidad para llevar la glucosa dentro de las células (es decir, los receptores celulares para insulina presentan alteraciones en su estructura ocasionando una incapacidad para introducir la glucosa al interior de las células).
El páncreas no puede producir la insulina necesaria para mantener los niveles óptimos de glucosa en la sangre.

El sobrepeso y la inactividad física juegan un papel fundamental en el proceso de desarrollo de la resistencia a la insulina, se ha demostrado que el mantener un peso ideal y realizar actividad física diariamente reducen el riesgo de desarrollar DM-2, así como sus complicaciones una vez que se padece.

Es fundamental lograr un adecuado control de la diabetes (de los niveles de glucosa en sangre) lo que reduce el riesgo de complicaciones, como son:

Enfermedades cardíacas y del sistema circulatorio: como accidentes cerebrovasculares, hipertensión arterial, insuficiencia cardiaca y aterosclerosis, que es una condición que causa el estrechamiento de las arterias.

Daño a los nervios de las extremidades: esta condición, conocida como neuropatía diabética, resulta de niveles elevados de glucosa en la sangre que pueden dañar o destruir los nervios.

Otras afecciones del sistema nervioso: los daños a los nervios del corazón provocan ritmos cardíacos irregulares (arritmias), en el sistema nervioso del tracto digestivo genera cuadros intermitentes de diarrea o estreñimiento. La afección de los nervios a nivel de los órganos sexuales masculinos y femeninos, pueden dar lugar a disfunción eréctil y disminución en la sensibilidad de clítoris y vagina.

Enfermedad renal: la diabetes puede producir disfunción renal (enfermedad renal aguda y crónica), que puede llegar a requerir tratamientos de sustitución de la función renal, como diálisis peritoneal, hemodiálisis o incluso necesitar de un trasplante de renal.

Problemas oculares: puede dañar los vasos sanguíneos de la retina (retinopatía diabética), lo que potencialmente puede llevar a la ceguera.

Trastornos de la piel: aumenta el riesgo de infecciones cutáneas, incluyendo infecciones bacterianas y micóticas; disminuye la capacidad degenerativa de la piel, a consecuencia de la disminución en la calidad de los vasos sanguíneos que la nutren.

Demencia vascular: se ha observado que aumenta el riesgo de tener la enfermedad de Alzheimer y otros trastornos relacionados con la demencia vascular. Un control deficiente de la glucosa en sangre se asocia con un deterioro más rápido de la memoria y otras funciones cognitivas.

Diabetes gestacional

La diabetes gestacional se diagnostica por primera vez durante el embarazo (gestación), lo que afecta la forma en que las células utilizan la glucosa, esto provoca un alto nivel de glucosa en la sangre, lo que puede afectar el embarazo y la salud del bebé.

Durante el estado de gestación, se generan en el cuerpo de la mujer grandes cantidades de hormonas, entre las cuales se encuentra el lactógeno placentario. Esta hormona contribuye a que la mujer desarrolle una cierta resistencia a la acción de la insulina, lo que le impide que transporte eficazmente el azúcar hacia las células, aumentando así su concentración en la sangre.

Riesgo medio: es probable que te realice un examen durante el segundo trimestre del embarazo, entre 24 y 28 semanas, es el periodo más común en el que suele aparecer la enfermedad.

Riesgo alto: se considera en esta categoría a pacientes con sobrepeso previo al embarazo, antecedentes familiares como padre, madre, hermano o hijos con la enfermedad y/o diagnóstico de diabetes gestacional en un embarazo anterior. Si es así el especialista puede solicitarte el estudio a partir de la semana 14 de gestación.

Es importante destacar que este tipo de padecimiento aumenta el riesgo de complicaciones en el feto, como sufrimiento fetal, crecimiento excesivo (macrosomía), muerte dentro del útero y problemas de salud neonatal (hipoglucemia en el recién nacido, entre otras). Por lo tanto, se requiere un control adecuado en los niveles de glucosa en sangre durante el embarazo para minimizar estos riesgos.

Si das a luz y padeces de este tipo de diabetes, según la CDC, menciona que el bebé corre riesgo de lo siguiente:

Ser muy grande (4 kg o más), lo cual puede dificultar el parto.
Nacer antes de tiempo, lo cual puede causar problemas respiratorios y otros problemas.
Tener bajos niveles de azúcar en la sangre.

Por lo general, este padecimiento desaparece después de que nace el bebé. Sin embargo, alrededor del 50% de las mujeres que padecieron de esta enfermedad en el embarazo, tendrán diabetes tipo 2 más adelante. Puedes reducir tu riesgo si alcanzas un peso corporal saludable después de dar a luz. Visita a tu médico para que revise los niveles de azúcar en la sangre de 6 a 12 semanas después de que haya nacido el bebé y luego cada 1 a 3 años para asegurarse de que estén dentro de los valores objetivos.

Una de las formas de reducir el riesgo de padecer diabetes gestacional es controlar el peso con apoyo de un nutriólogo o especialista de la salud, antes de quedar embarazada y realizar ejercicio regularmente. Es importante mencionar que no debes intentar bajar de peso por cuenta propia si ya estás embarazada, es mejor que tu médico te indique el peso adecuado que debes tener, en función de las semanas de embarazo que presentes.

Como podemos ver, la diabetes es una enfermedad común en México y el mundo que afecta la salud gravemente si no hay una detección oportuna y un adecuado control. La diabetes mellitus es una enfermedad multifactorial, por lo que existen diferentes subclasificaciones de ella, a lo largo de este articulo abordamos los tres principales tipos de DM, es importante contemplar que existen otras variantes las cuales cuentan con características particulares y que sólo un especialista de la salud es capaz de ayudarnos a diagnosticarlas. Es por es que es necesario tomar medidas importantes para cuidar de la salud como procurar tu peso de la mano de un nutriólogo, practicar ejercicio regularmente y alimentarte saludablemente, son medidas que puedes considerar, de hecho, en la mayoría de los casos, la diabetes puede controlarse si se lleva un adecuado monitoreo médico y buenos hábitos alimenticios.