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¿Sabías que la enfermedad de Alzheimer es solo un tipo de demencia?

Es la imagen de una mujer de la tercera edad que tiene lentes y esta intentando hacer figuras con un juego de madera, ella tiene una blusa gris con blanco.

Aunque muchas personas usan ambos términos como sinónimos, la realidad es que no lo son. La demencia es un término médico que describe una serie de signos y síntomas asociados a diversas enfermedades y lesiones que afectan al cerebro. 

La enfermedad del Alzheimer es la forma más común de demencia. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el 60 al 70% de lo casos de demencia son asociados a esta enfermedad.  Actualmente, la demencia es la séptima causa de defunción y una de las principales causas de discapacidad y dependencia en adultos mayores. 

¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?

La enfermedad de Alzheimer es una demencia progresiva y degenerativa de las células cerebrales que deteriora la memoria, el pensamiento y la conducta. Biológicamente, esta enfermedad se define como la presencia de placas de beta amiloide y cúmulos de neurofibrillas con tau en el cerebro. 

Lamentablemente, algunos de sus síntomas habituales, como los olvidos, la pérdida de concentración o incluso problemas de movimiento, se asocian con el envejecimiento normal. Por este motivo, su diagnóstico suele ser muy tardío.

¿Cuáles son las etapas de la enfermedad de Alzheimer?

Gracias a las múltiples investigaciones a lo largo del tiempo, hoy en día podemos tener claridad con respecto a la progresión de esta enfermedad. Esta puede dividirse en una serie de etapas: 

  • Predemencia, esta etapa es indistinguible del envejecimiento normal o de problemas relacionados con el estrés. El primer signo es el deterioro de la memoria episódica. 
  • Demencia leve, el aumento de la pérdida de memoria aumenta la memoria declarativa reciente, por este motivo se dice que estos pacientes parecen vivir en el pasado.
  • Demencia moderada, en esta etapa los pacientes aún pueden manejar actividades de la vida diaria, pero requieren ayuda en ciertas áreas, como arreglarse y vestirse.
  • Demencia grave, los pacientes ya no pueden realizar actividades de la vida diaria. El lenguaje se afecta significativamente. 

¿Existen formas de detectar esta enfermedad a tiempo?

Existen múltiples factores de riesgo asociados con el desarrollo de esta demencia, como la edad, la presencia de un patrón hereditario (gen ApoE) y el nivel educativo, entre otros. Estos factores permiten orientar al médico sobre la posibilidad de padecer la enfermedad cuando se presentan síntomas sugestivos, especialmente en adultos mayores con una disminución progresiva de la memoria.

Los estudios de laboratorio y de imagen son útiles para un diagnóstico temprano y certero. Estos estudios incluyen:

  • Neuroimágenes tomadas por RM, en esta puede observarse una atrofia del hipocampo incluso antes de la aparición de los síntomas clínicos.
  • PET de amiloide, permite medir la carga de lesiones por amiloide en el cerebro y permite diferenciar esta enfermedad con otras causas de demencia.

También existen pruebas moleculares ampliamente investigados que pueden respaldar el diagnóstico de esta enfermedad, dentro de estos se encuentran: 

  • Amiloide beta 42 en líquido cefalorraquídeo
  • Tau y fosfo tau presente en el LCR. 
  • Niveles plasmáticos de APOE 

¿Puedo prevenir la enfermedad de Alzheimer?

A medida que envejecemos, es normal preocuparse por la posibilidad de desarrollar demencia. Actualmente, no existen enfoques comprobados que puedan prevenir la aparición de cualquier tipo de demencia. Sin embargo, al igual que otras enfermedades crónicas, hay medidas que podemos tomar para disminuir el riesgo:

  • Control de la presión arterial y de la glucosa en sangre.
  • Mantener un peso saludable.
  • Optar por una dieta con un contenido alto de frutas y verduras.
  • Realizar actividad física al menos 150 minutos a la semana.
  • Mantenerse mentalmente activo como leer, jugar juegos de mesa, realizar manualidades o aprender una nueva habilidad.

Mantener una vida activa y comprometida a través de diversas actividades recreativas puede desempeñar un papel crucial en la prolongación de la aparición de los síntomas del Alzheimer. Participar regularmente en ejercicios físicos, actividades cognitivas, y actividades sociales no solo mejora la calidad de vida, sino que también puede retrasar el deterioro cognitivo asociado con esta enfermedad. Al integrar estas actividades en la rutina diaria, no solo se puede disfrutar de una vida más plena y activa, sino también contribuir significativamente a la salud cerebral a largo plazo. 

 

Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez

          Ced. Prof. 13591084

          Escuela Superior de Medicina, I.P.N.

Elaborado: mayo 2024

 

Bibliografía

  1. Organización Mundial de la Salud. (2023). Demencia. Organización Mundial de la Salud. https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/dementia
  2. Toro-Paca, M. J., Parra-Parra, D. R., Pacheco-Mena, N. V., & Alvarado-Galarza, A. G. (2022). Enfermedad de Alzheimer. Revista Científica Mundo de la Investigación y el Conocimiento, 6(4), 68–76
  3. Wolk, D. A., & Dickerson, B. C. (2024). Características clínicas y diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. https://www.uptodate.com/contents/clinical-features-and-diagnosis-of-alzheimer-disease

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