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¿Sabías que a partir de los 25 años tu cuerpo produce menos colágeno?

Mujer madura con piel radiante tocando su rostro, símbolo de salud, belleza y envejecimiento saludable.

El colágeno es una proteína esencial que representa aproximadamente un tercio del total de proteínas en el cuerpo humano, siendo la más abundante a nivel estructural. Su función principal es mantener la salud del tejido conectivo, que da soporte a órganos, músculos, articulaciones y a la piel.

Con el paso del tiempo, la producción natural de colágeno disminuye, especialmente a partir de los 15 años, lo que contribuye al envejecimiento visible de la piel. Este proceso está influido tanto por factores internos (como la genética) como por factores externos (como la exposición al sol, el estrés y la alimentación), afectando la firmeza, elasticidad e hidratación de la piel.

Por otro lado, la disminución en la producción de colágeno no solo impacta la apariencia de la piel, sino que también afecta la salud de las articulaciones. Esta pérdida puede contribuir al desarrollo de osteoartritis, una enfermedad degenerativa común en adultos mayores, personas con obesidad y en quienes realizan actividades físicas intensas o repetitivas que generan un sobreesfuerzo articular.

¿Es necesario suplementar con colágeno?

La evidencia científica existente ha demostrado que, con el paso del tiempo, no solo disminuye la producción natural de colágeno, sino también su calidad. Esa degradación acelerada se asocia con signos visibles del envejecimiento, como la flacidez, pérdida de firmeza de los tejidos, arrugas, molestias articulares, entre otros.

Aunque es común escuchar que consumir colágeno por vía oral puede revertir estos efectos, la realidad es más compleja. Para que el colágeno sea aprovechado por el organismo, primero debe ser descompuesto y sintetizado internamente. Por ello, más que depender exclusivamente de suplementos, es fundamental estimular su producción natural a través de una alimentación adecuada y equilibrada.

Uno de los principales impulsores de esta síntesis es la glicina (se recomienda un consumo aproximado de 15 gramos diarios), un aminoácido presente en alimentos como la carne de res, productos lácteos, huevos, frutas y verduras como la zanahoria y la calabaza. Además, es importante incluir en la dieta otros nutrientes clave como arginina, lisina, hierro, magnesio, silicio y vitamina C, todos ellos fundamentales para la formación y mantenimiento del colágeno.

¿Los suplementos de colágeno nativo y colágeno hidrolizado realmente funcionan?

Un metaanálisis publicado en marzo de 2023 mostró que los pacientes con osteoartritis o artritis reumatoide que recibieron suplementación con colágeno nativo presentaron mejoras significativas en el dolor y la función articular.

En contraste, los resultados del colágeno hidrolizado fueron menos consistentes. Su eficacia en el tratamiento de la osteoartritis depende de múltiples factores, como el diseño del estudio, la dosis administrada y el origen del suplemento. Aun así, se observó una reducción en los síntomas, lo que sugiere un posible beneficio, aunque se necesitan más investigaciones para confirmar su efectividad.

Sin embargo, cuando se consume por vía oral, el colágeno hidrolizado es absorbido en el tracto gastrointestinal en forma de dipéptidos y tripéptidos. Estos compuestos tienden a acumularse en mayor medida en la piel que en las articulaciones, por lo que aún se requieren más estudios que confirmen su eficacia específica en pacientes con enfermedades articulares.

Una vez en la piel, estos péptidos estimulan la actividad de los fibroblastos, las células encargadas de producir colágeno y ácido hialurónico, lo que favorece la regeneración, firmeza e hidratación cutánea. No obstante, la cantidad de colágeno aportada por los suplementos no es suficiente por sí sola para contrarrestar la disminución natural de esta proteína. Por esta razón, se recomienda complementar su consumo con una dieta balanceada.

 

En conclusión, si bien los suplementos de colágeno pueden brindar beneficios, especialmente en la salud de la piel, su efectividad depende del tipo de colágeno utilizado y de las características individuales de cada persona. Para optimizar sus resultados, es clave combinarlos con una alimentación equilibrada que estimule la producción natural de colágeno en el cuerpo. Además, es importante que su consumo sea supervisado por un profesional de la salud, quien podrá recomendar la mejor opción según tus necesidades específicas.

 

Por: Dra. Gema Nandaí Nájera Valdez

          Ced. Prof. 13591084

          Escuela Superior de Medicina, I.P.N.

Elaborado: marzo 2025

Referencias bibliográficas

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  4. Morgado-Carrasco, D., Gil-Lianes, J., Jourdain, E., & Piquero-Casals, J. (2023). Tratamiento mediante suplementación oral o fármacos sistémicos del envejecimiento cutáneo. Revisión narrativa de la literatura. Actas Dermo-Sifiliográficas, 114, 114–124. https://doi.org/10.1016/j.ad.2022.09.014 

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